La justicia marplatense ordenó la captura de un sospechoso que pudo haber participado del encubrimiento del crimen de Lucía Pérez, la adolescente de 16 años que fue drogada, violada, y asesinada en esa ciudad bonaerense. En las últimas horas, la policía realizó un allanamiento a su casa de Mar del Plata, aunque no fue localizado. El sujeto es un allegado del mayor de los detenidos.

«Ahora hay un pedido de captura sobre ese sujeto, no habría participado en el acto de sometimiento y de la muerte de la menor sino en un encubrimiento posterior al hecho: ayudó a borrar los rastros del delito», dijo la fiscal.

La jurista explicó que los dos detenidos por el hecho, Offidani y Matías Farías, son «coautores» de la violación y crimen de Lucía. «Farías parece un chico común y silvestre, aparenta menor edad de la que tiene, a mi modo de ver, parece como ocultando algo, como con ganas de hablar, pero por consejo de su defensor, se negó a declarar», sostuvo la fiscal.

Sobre Offidani dijo que «es una persona desafiante, altanera, soberbia; nunca me quitó los ojos de encima». Voceros judiciales informaron que la fiscal analiza cambiar la carátula de la causa de «abuso sexual seguido de muerte» y «homicidio criminis», a «femicidio», tal como solicitó la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires.

La adolescente fue drogada, sometida sexualmente y asesinada el sábado pasado presuntamente por los dos detenidos, a quienes había conocido por medio de una amiga de la Escuela Media N°3, a la que ambas asistían.

La madre de la víctima, Marta Montero, considera que esa chica conocía a los acusados y actuó como «entregadora», sin embargo la joven declaró ante la fiscal que conoció a Farías poco antes y que luego se lo presentó a Lucía para que ella le comprara marihuana.

La fiscal logró reconstruir que Farías conoció a Lucía el viernes pasado y, al día siguiente, la citó en la casa de Racedo al 4800, en Playa Serena, al sur de la ciudad, donde fue drogada, violada y empalada, lo que le provocó la muerte.

Luego, según la instrucción, los acusados lavaron y vistieron a la joven y la llevaron a la sala sanitaria de Playa Serena simulando que había sufrido una sobredosis, pero ingresó muerta.