Por Candelaria de la Cruz

“Todavía seguimos peleando para que las autoridades de Arroyo Seco den la cara. Si lo hacen y me convencen que no tienen nada que ver, yo hasta les pediría perdón por todo lo que dije de ellos”, así lo expresó en diálogo con Conclusión, Horacio Maldovan, padre de Giuliana, la joven que falleció en una fiesta electrónica en la de noche Año Nuevo.

Durante la madrugada del 1º de enero de este año, en el boliche «Punta Stage» de Arroyo Seco se realizó una multitudinaria fiesta electrónica en donde falleció Giuliana Maldovan, de 20 años y unas horas más tarde, Lucas Liveratore, de 34. Si bien las causas de la muerte fue por la ingesta de drogas sintéticas, en la fiesta predominó el descontrol y sobraron las irregularidades.

Por la causa, el juez federal de Rosario Carlos Vera Barros procesó a los organizadores de la fiesta y responsables de la productora Live Art: Alan Van Brook y Gino Piazzese Scaglia, y también a los administradores del boliche: Germán Dalinger y Esteban Gómez. También les dictó la prisión preventiva hace unos seis meses, pero pidieron la excarcelación, recurso que fue rechazado por el magistrado y por la Cámara de Apelaciones. Aunque luego, Casación sí hizo lugar al plateo de la defensa y ordenó liberarlos hasta el comienzo del juicio.

Actualmente, el padre de Giuliana está “peleando” para que la causa pase en su totalidad al Fuero Federal ya que según el mismo considera, “están trabajando bien”. Sin embargo, las autoridades de Arroyo Seco no fueron ni llamados a declarar.

Maldovan denunció que “la fiesta estuvo llena de irregularidades” y apuntó directamente a los funcionarios municipales que tenían a cargo la inspección, el concejo y municipal y al intendente Nizar Esper.

“Sin el aporte del gobierno municipal, la fiesta no se podría haber realizado. Porque estaba prohibida, una semana antes se elevó la capacidad máxima del boliche de 1.850 personas a 3.000 y el lugar fue aprobado por un arquitecto de la municipalidad fue quien labró el acta. En el complejo no había seguridad privada y solamente tres policías”, contó.

Y agregó: “A Ticketec le pidieron 5004 entradas, afirmaron en actas que no había más de 3.000 personas cuando todos saben que no es así y lo único que declararon que estaba mal, es que la música en vez de a las 7, se cortó a las 07.05”.

En tanto, el padre de Giuliana insiste en que están tapando algo y que hasta el momento “nadie se acercó a dar una explicación”.

A pesar de las reiteradas denuncias y las comprobadas irregularidades, en las últimas semanas circularon versiones de una reapertura de “Punta Stage”, en Empalme Villa Constitución. Al respecto, Maldovan dijo no sorprenderse pero aclaró que la noticia “no lo dejó ni pensar” y que “ya comenzó a mandar mails y mensajes por todos lados”. “Yo estoy solo con mi familia y mis hijos pero voy a hacer todo el ruido que pueda”, enfatizó.

“Lamentablemente, no hay nada que no permita que se abra, pero es una cuestión de respeto, es como si abrieran un `Repúbica de Cromañón´, sería una burla”, expresó indignado.

Finalmente, remarcó esa fatídica noche «Fue un negocio totalmente montado» y que «hay muchas cosas turbias que todavía nadie me las pueden explicar».

“Yo no quiero que nadie se haga cargo de la muerte de mi hija, ella se equivocó pero no quiero que esto vuelva a pasar nunca más”, concluyó.