Todo lo sucedido en torno de los tres prófugos y su captura, es un grotesco émulo de la “Comedia de errores” de Shakespeare. Para el país, para el pueblo argentino, es un drama más, sin dudas. Lo único cierto al momento de escribirse esta columna es que sólo está detenido Martín Lanatta y que fue detenido por la policía de la provincia de Santa Fe. Para el gobierno nacional, luego de tantos comentarios triunfalistas a través de las redes por parte de sus funcionarios, todo se ha convertido en un papelón.

A tanto llega este desaguisado, que la página oficial de los fiscales que entienden en la causa (www.fiscales.gob.ar) había informado que tres eran los detenidos (los hermanos Lanatta y Schillaci) y que las detenciones habían sido logradas por la policía de la provincia de Santa Fe. Pero hace unos minutos esa información fue borrada. Lamentable suceso que pone al descubierto la mediocridad e improvisación en cuanto a la instauración de políticas en materia de seguridad y judiciales

Luego de trece días de infructuosa búsqueda por parte de las fuerzas federales, con el apoyo logístico de helicópteros, inteligencia y demás pertrechos que son de rigor, lo cierto es que hay un solo detenido, Martín Lanatta y que la detención la hizo la policía de la provincia de Santa Fe. Y, en ese marco, el jefe de la Policía de Santa Fe aclaró que ellos seguían buscando a los otros dos.

Por supuesto que todo esto no invalida de ningún modo, al contrario, el trabajo realizado por la policía santafesina, la única que hizo algo en este marco. Y tal como lo requerían y necesitaban las autoridades nacionales, Martín Lanatta fue capturado vivo. Y todo esto sucedió luego de que casi toda la sociedad argentina ingresara en una zona de escepticismo respecto de la detención de los vinculados a la causa de la efedrina, y una mordacidad que hizo explosión en las redes con bromas de todo tipo. Seguramente las redes volverán a estallar en las próximas horas después de este grotesco.

La imagen del gobierno nacional, y puntualmente el de la provincia de Buenos Aires, había quedado bastante deteriorada luego de la fuga y posteriormente en cuanto a los resultados de la búsqueda y captura. Ahora lo está más, porque muchos funcionarios del gobierno nacional se ocuparon de felicitar por la redes a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal de un logro inexistente.

La vicepresidenta Gabriela Michetti en un tuit dijo que “dialogó con la gobernadora María Eugenia Vidal “para transmitirle mis felicitaciones y mi admiración por haber capturado a los prófugos” (¡!)

La vicepresidenta, tal vez mal asesorada, también felicitó a Eugenio Burzaco y “muy especialmente –dijo- a nuestra ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por su colaboración en esta tarea”, concluyó.

Pero no fue la única, la misma ministra de Seguridad de la Nación, Bullrich, dijo que “logramos el objetivo” (¡!) y que “Macri está orgulloso” (¿De quién?).

En muchos funcionarios santafesinos, y ciudadanos de la provincia, hubo cierto malestar por estos mensajes no ajustados a la verdad. No es para menos.

Para colmo de horrores, y debe reiterarse, los fiscales que tienen a su cargo la causa de los prófugos, en medio de este mar de confusiones, errores, y mediocridad, han borrado de la página oficial la información oficial que daba cuenta de la detención de los tres delincuentes y que muchos medios serios utilizaron (por supuesto) como información fidedigna oficial. Un papelón por donde se lo mire.

Lo único cierto al momento de escribir esta columna es que la policía santafesina detuvo a Martín Lanatta. En un país serio, al menos dos ministros ya deberían presentar sus renuncias: Bullrich y Ritondo.