Reino Unido, que se apresta a iniciar negociaciones para salir de la Unión Europea (UE), renunció a ejercer el año próximo la presidencia semestral del bloque, informó el miércoles el despacho de la primera ministra Theresa May.

May comunicó la víspera esa decisión al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la primera conversación telefónica entre ambos desde que la jefa de gobierno conservadora reemplazó la semana pasada en el cargo a David Cameron.

La decisión se inscribe en la perspectiva del Brexit, o ruptura con la UE, aprobada por los británicos en un referéndum el pasado 23 de junio.

«La primera ministra sugirió que el Reino Unido debería renunciar a la presidencia rotatoria del Consejo [Europeo], prevista para la segunda mitad de 2017, haciendo notar que [en ese momento] deberíamos estar dando prioridad a las negociaciones para dejar la Unión Europea», precisó una portavoz de Downing Street.

«Donald Tusk acogió con satisfacción la rápida decisión de la primera ministra sobre ese tema, que permitirá al Consejo tomar disposiciones alternativas», agregó.

El Consejo Europeo está integrado por los gobiernos de los 28 países que actualmente forman la UE, que alternan en su presidencia de forma semestral.

Los embajadores del bloque se reunirán este mismo miércoles para decidir quién ejercerá el mandato dejado  vacante por Londres.

Actualmente esa instancia está en manos de Eslovaquia y en el primer semestre de 2017 será el turno de Malta, que debía pasar el 1º de julio el testigo a Reino Unido.

En la charla con Tusk, May reiteró que esperaba que las negociaciones de separación, después de 43 años de pertenencia de su país al bloque, se lleven a cabo con «un espíritu pragmático y constructivo», aunque destacó la necesidad de actuar sin precipitación.

Tusk, según la portavoz de May, «le aseguró a la primera ministra que ayudaría a que el proceso sea lo más suave posible».