A falta de un año para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, los republicanos y los sectores más conservadores del país lograron una importante victoria en los comicios locales que se desarrollaron el martes en estados como Kentucky, Virginia, Ohio y Texas.

Igual a lo que ocurrió en las elecciones legislativas de noviembre de 2014, cuando los republicanos tuvieron una noche triunfal con la recuperación del control del Senado y el aumento de su mayoría en la Cámara Baja, el martes también fue un día duro para los demócratas.

La mayor derrota la sufrieron los demócratas en Kentucky, en el este del país, donde su candidato a gobernador, Jack Conway, perdió ante el aspirante republicano, Matt Bevin, cercano al movimiento ultraconservador del Tea Party.

Bevin movilizó al voto conservador apelando a asuntos como el aborto y con su defensa de la funcionaria estatal Kim Davis, heroína nacional de los opositores al matrimonio homosexual.

Aunque Kentucky es un estado de tradición conservadora, los demócratas han gobernado allí durante 40 de los últimos 44 años.

En Mississippi no hubo sorpresas: el gobernador republicano, Phil Bryant, ganó con facilidad la reelección y los conservadores incrementaron su mayoría en la legislatura estatal.

En cuanto a Virginia, el objetivo del gobernador, el demócrata Terry McAuliffe, era que sus correligionarios lograran el control del Senado estatal, para lo que necesitaban únicamente hacerse con un escaño más de los que tenían.

Pero no fue posible y, con todos los escaños de la legislatura estatal en juego, los republicanos retuvieron su mayoría en las dos cámaras.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, admitió hoy en su rueda de prensa diaria que a Obama le habría gustado que a los demócratas les hubiera ido mejor en la jornada electoral, pero a la vez destacó los «buenos resultados» cosechados en lugares como Nueva Jersey, según reprodujo la agencia de noticias EFE.
En ese estado, dirigido por el gobernador republicano y aspirante presidencial Chris Christie, los demócratas ampliaron su mayoría en la asamblea legislativa estatal hasta un nivel no visto desde los años 70.

Asimismo, los demócratas ganaron las alcaldías de importantes ciudades como Charlotte (Carolina del Norte) e Indianápolis (Indiana).

Mientras, los ciudadanos de Houston (Texas) rechazaron por un amplio margen una ordenanza por la igualdad de derechos, más conocida como HERO, que buscaba proteger de la discriminación a 15 minorías.

La HERO pretendía evitar la discriminación laboral, en lugares públicos o para encontrar vivienda por raza, color, nacionalidad, género, edad, condición sexual, discapacidad o identidad de género, entre otras razones.
Annisse Parker, alcaldesa de Houston y que convirtió en 2009 a la ciudad en la más grande del país gobernada por una persona homosexual, lamentó el resultado de la votación y dijo que teme el daño a la reputación de la urbe, así como sus consecuencias económicas «negativas».

Por otro lado, los defensores de la marihuana recibieron un contundente revés en Ohio, uno de los estados más poblados de Estados Unios., donde los votantes rechazaron una propuesta para legalizar su consumo.
El rechazo de Ohio a la legalización de la marihuana recreativa frena en seco su buen momento en el conjunto del país, ya que desde 2012 cuatro estados (Colorado, Washington, Oregón y Alaska) han aprobado su consumo, producción y compra-venta.