Restos del avión de la compañía Egyptair siniestrado ayer con 66 personas a bordo, junto a objetos personales de los pasajeros, fueron encontrados en el mar Mediterráneo, unos 290 kilómetros al norte de la ciudad egipcia de Alejandría, informaron hoy las Fuerzas Armadas locales, al tiempo que ratificaron, además, la imposibilidad de que haya sobrevivientes.

La información fue confirmada por el portavoz militar, Mohamed Samir, mediante un comunicado en el que expresó que “se está procediendo a recuperar los restos hallados del Airbus A-320 de Egyptair y continúan las labores de búsqueda en la zona”.

El equipo egipcio -integrado por miembros del Ministerio de Aviación Civil, al centro de búsqueda y rescate de la Fuerzas Armadas, la Marina, y la Fuerza Aérea- trabaja en colaboración con Grecia, Francia, Reino Unido, Chipre e Italia.

Según recuerda la agencia EFE, las informaciones sobre las operaciones de búsqueda fueron contradictorias ayer, cuando las autoridades griegas y las egipcias primer confirmaron el hallazgo de restos del aparato y luego lo desmintieron.

El director del Comité de Investigación de Accidentes de la Aviación Civil griega, Azanásios Binis, aseguró ayer a Efe que los restos encontrados a entre 200 y 230 millas náuticas al sur de Creta «no son del avión de Egyptair» y descartó que haya supervivientes.

También alejaron la posibilidad de que haya supervivientes la propia aerolínea y los Gobiernos de Egipto y Francia, que ofrecieron sus condolencias a las familias de los pasajeros.

En el avión, que cubría la ruta París-El Cairo- viajaban 56 pasajeros, entre ellos 30 ciudadanos egipcios y 15 franceses, siete miembros de la tripulación y tres efectivos de seguridad.

Hasta el momento se sabe que el A-320 desapareció de los radares y perdió mucha altura cuando ya llevaba entre 10 y 15 millas en el espacio aéreo egipcio, efectuando dos giros bruscos mientras caía de unos 37.000 a unos 15.000 pies.

Las causas del siniestro se desconocen y todas las hipótesis se mantienen abiertas, aunque algunos responsables han apuntado con más fuerza a la posibilidad de un atentado terrorista, pese a que ningún grupo ha reivindicado hasta ahora el derribo del avión.