Dos vehículos, una picada y una víctima fatal. Ese fue el saldo del múltiple choque que se produjo la madrugada del pasado 29 de julio en avenida 27 de Febrero y Necochea, donde Andrés Alejandro Muñoz, de 35 años, perdió la vida.

Tras ese lamentable episodio, la creación de un picódromo en Rosario volvió a colocarse en el foco de agenda. ¿Se evitarían los accidentes con la existencia de tal predio? ¿Dejarían de correr picadas en la calle? ¿El siniestro se podría haber evitado? Todos estos son algunos de los interrogantes que surgieron tras el trágico hecho.

Así, Conclusión consultó al empresario Leonel Morelli, principal interesado en la construcción de un picódromo en la ciudad para que aporte su mirada sobre la posibilidad de llevar adelante el predio y brinde una reflexión sobre el trágico caso.

«Fueron dos tipos que no tienen idea lo que hicieron. Son personas que no tienen conducta y no tuvieron el control de nada. No les interesó tocar el freno», disparó y enseguida aclaró: «Pasan estas cosas y meten a todos en la misma bolsa, pero no somos los ‘loquitos de las picadas’, hay que diferenciarse de los irresponsables. Quien realmente corre picadas, es gente que quiere hacerlo en un circuito controlado, que sabe lo que es tener un auto de carrera y no corre en la calle, gente que está al volante todo el día».

En ese sentido, dijo que «el picódromo no existe porque no es viable» porque «la plata está pero no está el terreno».

«El lugar que nos ofreció la Municipalidad no puede utilizarse porque presenta un paredón de dos metros de alto en la primera curva, lo que significa que de haber un accidente el corredor resulte gravemente herido», detalló Morelli y explicó que lo que se necesita es una recta de 900 metros «porque las picadas son carreras de 200 o de 400 metros, entonces tener un margen de 500 metros más te da seguridad y evita posibles accidentes de gravedad».

Finalmente, consultado sobre posibles soluciones que aportaría el picódromo a la hora de evitar picadas y consecuentes accidentes, el empresario aclaró que si bien «ayudaría a que mucha gente se vuelque a correr en el lugar indicado y sacaría a mucha gente que corre en la calle»,  no sería una solución absoluta porque «lamentablemente quedarían los irresponsables de siempre».

Por su parte, la intendenta Mónica Fein coincidió con Morelli y señaló a Conclusión que lamenta que muchos de los controles que realizan desde el Municipio sean evadidos por personas «irresponsables» que «hacen que un segundo perdamos una vida».

«Es terrible ver todo el esfuerzo que hacemos para salvar vidas y como la irresponsabilidad total puede hacer que perdamos una vida en un segundo«, lamentó.

En ese sentido aclaró que es importante «separar la actitud irresponsable de dos personas con el picódromo porque aunque tengamos un picódromo si hay gente irresponsable los problemas van a seguir pasando«. Y enseguida agregó: «Es un tema de responsabilidad y la Justicia Penal tiene que actuar, es una acción que debe ser sancionada».

«Hay que seguir aplicando mecanismos de control y hay que ser muy duros y sancionar a quienes creen que cuando manejan un auto no están manejando un arma«, cerró la mandataria local.

El hecho

En la violenta colisión participaron cuatro autos: un Chevrolet Vectra, un Renault Laguna, un Fiat Duna y un Peugeot 308.

El Renault Laguna y el Chevrolet Vectra se dirigían por calle 27 de Febrero, corriendo una picada, y al llegar a la intersección con calle Necochea, donde los semáforos estaban intermitentes, se cruzan con el Fiat Duna. El Vectra logra esquivarlo, pero el Laguna lo impacta, produciendo la muerte del conductor del Duna.

Además de la víctima fatal, también resultaron involucrados en el siniestro un peatón que resultó lesionado, Elías C. de 37 años, fuera de peligro; y el conductor del 308, Antonio E. de 54 años quien fue colisionado por el Renault Laguna luego de chocar con el Fiat Duna, y está también fuera de peligro.

En tanto, el conductor del Laguna, Ariel L. de 27 años, fue imputado por el fiscal Walter Jurado por homicidio culposo agravado por correr picada y exceso de velocidad.

Según el fiscal, “hay elementos suficientes para solicitar una pena efectiva en el caso de presentarse formalmente la acusación”. Dichas penas van de los 3 a los 6 años y el funcionario judicial consideró además que hay varios agravantes: “No se trata solamente de la picada, sino que tenemos acreditada la velocidad y la conducta temeraria”.

Jurado señaló además que las cámaras de seguridad pudieron captar todo el siniestro, la dinámica y el desarrollo y estimó que, aunque aún faltan los resultados de algunas pericias, “se presume que los vehículos iban entre 90 y 100 kilómetros por hora”.

En cuanto al conductor del Vectra, el otro auto que participaba en la picada, por el momento se encuentra en libertad pero se le formó causa y continúa ligado a la investigación.

Dos autos corrían picadas, chocaron a otro y el conductor murió

Homicidio culposo agravado y prisión domiciliaria para el joven detenido por la fatal picada