Presuntos islamitas radicales detonaron hoy un coche bomba en la puerta de un restaurante de Mogadiscio, la capital de Somalia, y al menos siete personas murieron y otras 15 resultaron heridos en el atentado, informaron autoridades.

El ataque llega dos meses después de que el país del Cuerno de África eligiera un gobierno tras décadas de anarquía y luego de que el nuevo presidente declarara el «estado de guerra» y prometiera combatir al grupo islamista Al Shabaab, que desde hace años domina territorios y tiene en jaque a las autoridades centrales.

El restaurante frente al cual explotó el coche bomba, situado en la calle Maka Akmukarramah, es un céntrico local de la capital de Somalia frecuentado por civiles.

Sin embargo, las primeras investigaciones apuntan a que el objetivo real del atentado podría ser una oficina gubernamental de inmigración próxima al establecimiento, donde el coche habría explotado de forma accidental.

Fuentes de seguridad dijeron que el estallido provocó la muerte a siete personas y heridas a 15, informó la agencia de noticias EFE.

Por el momento, nadie ha reclamado la responsabilidad de la acción, pero todas las sospechas recaen sobre Al Shabaab, dijeron las fuentes.

Hace dos años, a escasos 300 metros de este restaurante, este grupo mató a 21 personas en un asalto armado contra un hotel, que también inició con un coche bomba.

En febrero pasado, Somalia concluyó un largo proceso electoral que renovó la Asamblea Nacional y el gobierno en los comicios más democráticos celebrados durante el último medio siglo en el país.

El nuevo presidente, Mohamed Abdullahi «Farmaajo», prometió hacer frente a la constante amenaza de los radicales, pero por el momento no ha conseguido detener su escalada de violencia.

El mes pasado declaró el «estado de guerra» en el país para acabar con Al Shabaab, que todavía controla amplias zonas del sur y el centro, y ofreció una amnistía a los extremistas que quieran rendirse.

El gobierno somalí ya ofreció la amnistía a islamistas radicales n 2014, cuando más de 500 militantes de Al Shabaab se acogieron a ella, según fuentes de la Iniciativa Barbaar, agencia internacional de apoyo a la reinserción.

Al Shabaab anunció en 2012 su adhesión formal a Al Qaeda y lucha por instaurar un estado islámico de corte wahabita en Somalia, donde perpetra regularmente atentados contra civiles, policías, representantes del gobierno y militares.

Tropas de la Unión Africana (UA) y regionales apoyan desde hace años al Ejército somalí en la lucha contra la milicia extremista, debilitada por la muerte en 2014 de su líder Ahmed Godane, en un ataque aéreo estadounidense.