Por Santiago Fraga
Las salas de teatro independiente de Rosario son un aporte auténtico a la cultura de una ciudad que dice, mismo desde sus voces oficiales, estar arraigada al arte. Sin embargo, estas entidades sin fines de lucro corren el riesgo de entrar en una situación complicada, y a priori no todas las partes parecen hacer el esfuerzo correspondiente en ayudarlas.
La semana que viene, el Concejo Municipal trataría el proyecto de la edila Carola Nin, quien para aliviar a estos escenarios propuso que se los exima de tributos como Drei (Derecho de Registro e Inspección), el TGI, y de tener que cobrar Derecho de Espectáculo. No obstante, según trascendidos, desde el oficialismo no estarían de acuerdo, ya que abriría las puertas a que cualquiera solicite quedar exento de estos tributos.
En diálogo con Conclusión, la concejala Nin, del bloque Compromiso con Rosario, sostuvo que el proyecto se plantea en una «coyuntura económica», que están enmarcados la decena de teatros independientes comprendidos en la ley de teatro, y que hasta tiene «una estimación de costos previstos de aproximadamente 80 mil pesos, que es mínimo para el Ejecutivo municipal».
«Piensan que es abrir una puerta para que otros pidan lo mismo, y entonces yo les pido que piensen: ¿ Quién va a abrir un teatro independiente para estar exento de Drei? O querés ayudarlos o no querés», criticó, a la vez que sostuvo que el espíritu del proyecto es «poder colaborar en un momento difícil para las salas de teatro independientes de la ciudad, fundamentalmente por el aumento de todos los costos y de los impuestos y servicios». «Esto sería una contribución, una forma de ponerle el hombro a los teatros independientes de la ciudad en estos momentos», agregó.
Juan Vidoletti, del Centro Cultural de Abajo, uno de los teatros enmarcados en la ley, contó a Conclusión las consecuencias que acarrea no sólo a su espacio, sino a todas las salas independientes de la ciudad: «Nosotros manejamos una cantidad de público, que para el espectador no son salas con grandes fines de lucro sino con un aporte cultural para Rosario. Cada una de las salas aporta lo que puede y bueno, culturalmente se mueven un montón y si conseguimos esa ayuda sería una gran solución como para poder seguir funcionando de una manera más tranquila, ya que hoy en día están todos los gastos tan por el cielo».
Lo que piden es que no se tenga a las salas independientes como los teatros con capacidad para un público mayor y que tienen un fin de lucro. «Las salas independientes de Rosario son sin fines de lucro, así que partiendo de esa base es que se pide si se pueden eximir de este impuesto», agregó.
Vidoletti, además, detalló las consecuencias que tuvo el tarifazo en sus espacios, ya que «todo se ha incrementado de una manera impresionante» y eso los «mata un poco». «También nos da un gran aporte estar subsidiado por el Instituto de Teatro, pero realmente no se llega. Entonces bueno, era por eso que hace ya varios años se viene tratando este tema», aseguró.
«El proyecto lo que pretende es colaborar, y si no se da, lo que mostraría es que no se quiere colaborar en el rubro», sostuvo Nin, que luego agregó: «Esta es la verdad, sin exageraciones. Es un momento en el que a los teatros les vendría bien, y sino seguirán remando como la siguen remando en situaciones cada vez más difíciles».
Un punto en el que coinciden de remarcar tanto la concejala como referentes de los distintos teatros independientes es que cuando se entran en períodos de dificultad económica, la gente en lo primero que deja de gastar es en el ocio, con lo que el público se reduce aún más.
«Cuando están estos tipos de procesos inflacionarios y económicos la gente lo primero que corta es el esparcimiento, la ida al teatro, los gastos que se consideran no esenciales. Y bueno, precisamente una política cultural y de educación del municipio tendría que estar poniendo los recursos ahí de manera directa, sin elucubraciones. No estamos hablando de ningún importe que el municipio no pueda cubrir en un suspiro. El presupuesto del municipio es de 10 mil millones de pesos, y estamos pensando en 80 mil, siendo generosos en el cálculo. A mí me parece que hay cosas que son tan evidentes que ni explicación necesitan», describió la edila de Compromiso con Rosario.
Juanchi Vidoletti, por su parte, agregó que «el teatro independiente ya de por sí no maneja un público popular», aunque «igualmente se está en la búsqueda de que así lo sea». «Se vienen mostrando propuestas realmente muy interesantes y muy profesionales en las salas independientes de la ciudad. Entonces, el público, con todo este ajuste y esta historia de hoy en día, excluye un poco a la sala independiente, y no sólo la mía, que está en el corazón del centro de la ciudad. Todas», añadió.
Uno de los tributos que se quitaría, además del Drei, sería el de la obligación de cobrar un plus a la entrada por «Derecho de espectáculo»: «Estamos manejando muy buenos espectáculos y la gente ha caído mucho en concurrencia, porque se tiene que cobrar una entrada no menor de 100 pesos. Entonces el que va a pagar una entrada de 150 o 200 lo piensa mucho. Ha caído bastante en todas las salas independientes».
El proyecto se trataría, en un principio, la semana que viene, que es cuando se va a discutir la reducción de la tasa de espectáculos que anunció Mónica Fein previamente en Buenos Aires. «De alguna manera uno y otra se empiezan a mezclar, y me parece que eso nos puede ayudar un poco. Pero vamos a ver», afirmó la concejala impulsora del proyecto
El proyecto ingresó al Recinto con el apoyo de la Asociación de Teatros Independientes de Rosario (Atir), integrado por los teatros: Amigos del Arte, CET, Caras y Caretas, Cultural de Abajo, Espacio Bravo, La Morada, La Nave, La Grieta, La Escalera, La sonrisa de Beckett, La Manzana y Teatro del Rayo.
