Una periodista oriunda de Malta que expuso los vínculos de su pequeña nación insular con los llamados Panamá Papers murió ayer cuando una bomba destruyó su auto mientras conducía cerca de su casa, informó el primer ministro de Malta, Joseph Muscat. Hoy, su hijo acusó al gobierno maltés de complicidad en su muerte.

«Ustedes son cómplices, son responsables», dijo en Facebook Matthew Caruana Galizia, miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

Daphne Caruana Galizia, de 53 años, había salido de su casa en Mosta, una ciudad ubicada a las afueras de la capital de la isla mediterránea, La Valeta, cuando se activó el artefacto explosivo, que hizo que el vehículo volara por sobre un muro y cayera en un sembradío.

Muscat dijo que la muerte fue resultado de un «ataque barbárico» que también constituyó un asalto a la libertad de expresión.

El premier describió a la periodista asesinada como «una de mis críticas más duras, a nivel político y personal», al denunciar el ataque como un hecho de violencia «inaceptable».

«No descansaré hasta que se haga justicia. El país merece justicia», escribió Muscat en un mensaje en la red social Twitter.

Caruana Galizia fue hace poco reconocida por el portal y diario estadounidense Político como una de las 28 personalidades europeas que estaban «sacudiendo y agitando» a Europa con sus revelaciones.

La periodista había revelado que la mujer de Muscat, Michelle, así como su ministro de Energía y su jefe de gabinete, tenían compañías offshore en Panamá, al hurgar en los Panama Papers.

Con este nombre se conoció a una filtración a distintos medios del mundo de miles de documentos confidenciales de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca en la que se expuso, el año pasado, las identidades de ricos y poderosos, entre ellos líderes políticos, con cuentas o empresas offshore en Panamá.

Además de estudiar la conexión local de los Panamá Papers, la periodista publicó en mayo pasado una investigación llamada «Malta Papers», que reveló que Malta se había convertido en un paraíso fiscal para grandes empresas y fortunas privadas en el seno de la Unión Europea (UE).

El líder de la oposición maltesa, Adrian Delia, calificó la muerte de Caruana Galizia de «crimen político», informó la cadena BBC.

Caruana Galizia había sido demandada por calumnias e injurias por varios artículos que había escrito en su blog “Comentario que Corre”, y había presentado hace días una denuncia policial avisando que había recibido amenazas de muerte.

La sesión vespertina del Parlamento se suspendió al conocerse la noticia de su muerte, a excepción de una serie de informes a los diputados que fueron presentados por Muscat y Delia.

Muscat asumió su segundo mandato en junio pasado tras unas elecciones que decidió anticipar para ratificar a su gobierno luego de que los Panamá Papers revelaran que su mujer tenía una compañía offshore. Tanto Muscat como su mujer negaron haber cometido delito alguno.

Matthew Caruana Galizia apuntó al primer ministro laborista, Joseph Muscat, y a su entorno, investigados más de una vez por su madre, acusándolos de haber llenado el gobierno, la policía y los tribunales de «estafadores».

«No olvidaré jamás cómo corrí alrededor de las llamas en un campo intentando abrir la puerta mientras que seguía sonando la bocina (…). Miré el suelo y había restos de mi madre por todas partes», contó Matthew Caruana Galizia.

«A esto se parece una guerra y tiene que saberse (…). Somos un pueblo en guerra contra el Estado y el crimen organizado, que ya no se distinguen uno del otro», agregó.

El lunes por la noche, miles de personas se congregaron espontáneamente en Sliema, cerca de La Valeta, para una vigilia en homenaje a la periodista.

Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, dio cuenta en Twitter de su indignación y prometió una recompensa de 20.000 euros por toda información que facilite la condena de los asesinos.

La Comisión Europea dijo este martes estar «horrorizada» por el asesinato de Daphne Caruana Galizia.

«Es un acto escandaloso», aseguró un portavoz comunitario, «lo que ahora cuenta es que se haga justicia».

El martes hacia el mediodía comenzó una nueva manifestación delante del tribunal de La Valeta, capital de este pequeño país mediterráneo de 430.000 habitantes, para reclamar justicia.

Los atentados con coche bomba en Malta no son novedad. El del lunes fue el sexto en la isla en 13 meses y el cuarto en el que hay víctimas mortales.

Hasta ahora, las víctimas eran miembros de las redes criminales u empresarios sospechosos de vínculos con esas redes. Los autores nunca fueron identificados.

El martes por la mañana, la familia de la periodista obtuvo la recusación de la magistrada de permanencia que debía instruir el caso, debido a que ésta había sido objeto de las investigaciones realizadas por la reportera.

El asesinato generó reacciones también en Europa.

El presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Joseph Daul, calificó el hecho de «horrible crimen» y pidió una investigación «inmediata» para esclarecer la causa de la explosión de su coche.

«Tras un crimen tan horrible, pedimos a las autoridades competentes que inicien una investigación inmediata para arrojar luz sobre este acto de violencia indescriptible y llevar a los responsables ante la Justicia», declaró Daul en un comunicado citado por la agencia de noticias EFE.

El político francés presentó sus condolencias a los familiares y seres queridos de la periodista y dijo que es «un día muy triste para Malta y para el mundo libre, que ha perdido a una campeona de la democracia y la libertad de expresión».