Por Marcelo Chibotta

Salvo algunas excepciones, los debates que se generan en torno a la solución de las dificultades sociales, económicas o políticas por las que transita la Argentina contemplan la tensión entre Estado y mercado, aunque no necesariamente todo quede reducido a la misma.

Al respecto, durante un mano a mano con Conclusión el psicólogo Matías Dalla Fontana y ex miembro del seleccionado argentino de rugby Los Pumas, se refirió a la tarea de la organización de la que forma parte y que lleva por nombre Proyecto Deporte Solidario.

“Es una organización libre de la comunidad que nació del impulso de un grupo de deportistas que integramos seleccionados nacionales de distintas disciplinas” – describió inicialmente el ex rugbier – para luego enumerar a algunos de los que lo acompañan en la iniciativa: “Entre otros están Celeste Puñet, quien obtuvo el record máster de natación hace días, el ‘Colo’ Reinick, Flor Villar de Las Leonas y ‘Locomotora’ Castro, quien se comprometió a desarrollar acciones en el territorio”.

Consultado acerca de los objetivos de la organización social que integra, Dalla Fontana dijo que “el fundamental es poder llevar los valores y los principios que el deporte le otorgan a uno a partir de adquirir una disciplina, hábitos y un proyecto de vida, a otros ámbitos de la sociedad, más allá de las fronteras del propio club o de la propia disciplina”.

Expuso que para ello realizan “actividades territoriales que son el deporte barrial y el recreativo donde generamos la organización comunitaria, servimos como punto de referencia y usamos como punta de lanza al deporte para reunir a la vecinal, a la parroquia, a los clubes y a las escuelas del barrio para iniciar procesos que tengan que ver con la organización de la comunidad en torno al deporte, con el sentido no de ocupar espacios nosotros, ni apropiarnos de la voluntad de nadie”.

“Por otro lado – añadidalla-fontana-nota-1-salvadoró el ex Puma – estamos  apostando fuertemente a la capacitación y a la formación en un tema que para nosotros es estratégico en el desarrollo de la Argentina y de los pueblos en general que es el problema de la salud mental comunitaria y los consumos problemáticos. Creemos que es un debate que la Argentina tiene que alumbrar, porque podemos contribuir a una salud mental que tenga base en la comunidad y creemos que el deporte es un eje fundamental para el desarrollo infantil, juvenil y de desarrollo humano. Y como no creemos en la lógica de la exclusión y del encierro y de la medicalización, sino que creemos en la promoción humana, creemos en el rol de la familia y de las organizaciones de la comunidad, nos parece que el deporte tiene para contribuir en la difusión de la ley de salud mental. Que hoy está vigente, pero que falta muchísimo para que se implemente de verdad”.

 

En otro momento de la charla, Dalla Fontana se refirió al “optimismo” que tiene en cuanto a que con el gobierno provincial “pueda salir alguna línea de trabajo conjunto con el Estado. Estamos hablando con la presidenta de la Agencia Provincial de Asistencia y Consumo, Mónica Liborio que planteó que quiere el vínculo con las organizaciones de la comunidad por lo cual nos invitó a nosotros”.

Por otra parte, indicó que “los municipios nos plantean de manera alarmante el fenómeno que ellos detectan ya que los intendentes y presidentes de comuna son la primera puerta de entrada en el territorio. Nos dicen de la ausencia de dispositivos adecuados para atender la problemática social para que las acciones a llevar adelante no tengan que ver meramente con criminalizar al pibe que consume o con esta fantasía que hay que encerrar al falopero del pueblo y así resolver el problema de la droga en la sociedad”.

“El Estado no lo puede resolver todo. La situación profunda por la que transita la Argentina requiere de una adecuada descentralización del Estado pero lo fundamental es reconstruir la comunidad”, señaló.

La reconstrucción de la comunidad, requiere de alguna manera formas de financiarse…

Si, requiere de recursos, pero fundamentalmente de estar munidos de una sólida verdad en torno de hacia dónde queremos ir como pueblo, como país, como comunidad. En realidad, los recursos están presentes, hay empresas que generan riqueza, hay organizaciones fuertes como los sindicatos que pueden desarrollar en conjunto con otras muchísimas cosas, hay clubes y vecinales con infraestructura y hay recursos como los del Estado que están invirtiendo en salud, en educación… la asignación universal por hijo en un momento fue un ejemplo pero lo que ocurre es que hay que tender a construir una visión integral del hombre y de la problemática del territorio, porque si los recursos se derivan de una manera dispersa no lo vamos a suturar, hay que construir una mirada de qué comunidad, qué familia, qué rol del club, que rol del sindicato se quieren y qué hace la empresa y también qué hace el deportista. Nos parece que pasa más por la reconstrucción de una visión de la comunidad y poner todas las fuerzas en paralelo en el sentido de que todos los recursos apunten en una dirección. Es más importante que hacerlo pasar por un problema cuantitativo. Hay niveles de inversión, en la Argentina hay empresas que ganan, sindicatos que crecen y trabajadores que en estos últimos años han conseguido reivindicaciones, el consumo fue una de las variables que se ponderó como central en el eje del desarrollo, pero al pueblo le hace falta algo más que consumir, hay que reconstruir una base espiritual.

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Por otra parte, pareciera ser que el abordaje del delito se hace sólo de una visión punitiva. ¿Cómo ve este tema?

El hombre está compuesto de cuerpo y alma, no somos ángeles pero en principio hay que reconstruir la unidad de concepción de abajo, en el territorio, esto  tiene que ver con que el hombre no es solo…porque si planteamos una sociedad donde para pertenecer tenés que poseer objetos, el celular, las zapatillas el auto, o en otro nivel la chica de 15 o irse a Miami para sentirse realizado y predicamos ese tipo de cultura, es inexorable que vamos a registrar niveles de violencia como los que estamos viviendo y niveles de consumo como los que estamos viendo. Nosotros tenemos que ir poniendo en orden las cosas y devolver derechos en términos  materiales, como el salario digno, el acceso a la salud y a la educación que evidentemente tiene que ver con la reconstrucción material por parte del Estado, pero con algo más, porque el ser humano es algo más y hoy la crisis que estamos atravesando tiene que ver con una crisis de valores.

¿Cómo se recompone la cuestión espiritual y la crisis de valores a partir del trabajo que desarrollan ustedes?

Algunos creen que el problema de la salud es un problema físico que se aborda desde la medicalización, que a un adicto hay que encerrarlo, asilarlo con determinadas intervenciones farmacológicas estabilizarlo, y nosotros no creemos en esa salida, creemos que el trabajo es reconstruir la unidad de la persona consigo mismo, con su familia, en su entorno comunitario y por lo tanto con un proyecto de vida sustentable. Esto tiene que ver con devolverle el sentido de la vida a esa persona. Hay distintas corrientes y escuelas psicológicas que de distintas maneras abordan esto, desde el mismo psicoanálisis que plantea la problemática del sentido, de la significación, hasta la logoterapia que es más existencial y se plantea fundamentalmente esto, la idea del sentido de la vida como salida. El problema es que el sentido no se puede realizar de manera individual, porque en una sociedad que plantea que te podés salvar solo, lo que hay que reconstruir son proyectos que tengan que ver con el tejido de los vínculos. Y también es una mirada política, esto hay que decirlo con claridad, hay proyectos políticos que predican que a través del libre juego de las fuerzas del mercado y del individuo sujeto a la libre competencia van a asignar de manera eficiente los recursos a la sociedad. Esa visión que filosóficamente corresponde a la teoría de Hobbes que dice que le hombre es lobo del hombre y está en las antípodas de las necesidades del pueblo argentino que necesita de una visión correcta de que el hombre se realiza con los otros, a través de los otros, que recibe de los otros y que en realidad el mundo en el que estamos es un don y lo tenemos que cuidar. Cuando Francisco habla del cuidado de la casa común, es porque el hombre es una especie en riesgo de extinción que tiene que ver con la conducta exacerbada de obtener lucro de manera individual sin pensar en las consecuencias y que hoy el mundo esté en riesgo serio y que el principal documento político mundial sea la encíclica papal Laudato Sii, que justamente trata las consecuencias del lucro excesivo que buscan los poderosos que ganan con los recursos de los pueblos, poniendo en juego la misma casa donde ellos mismos habitan, evidencia que estamos en una profunda crisis de valores y no de una generación y asignación de recursos, sino que hay que poner el centro de gravedad donde realmente debe estar.

¿Tienen proyectos para Rosario?

Estamos hablando  con diferentes organizaciones y es posible que generemos algún ámbito para poder charlar e intercambiar ideas con el Sindicato de Empleados de Comercio que tiene un predicamento muy grande en la comunidad y que su ámbito no es sólo la defensa de su situación sectorial y salarial, sino que entiende con grandeza estos temas que hacen a la vida comunitaria y de los argentinos. Como coincidimos en esta cuestión de los valores, que el sindicato sea un ámbito para charlar de estas cosas a nosotros nos parece muy grato.

Fotos: Salvador Hamoui