La situación de los ex combatientes que participaron de la guerra de Malvinas en 1982 mejoró de forma considerable en los últimos años. Ese colectivo, desmerecido por gobiernos y buena parte de la sociedad durante décadas, de a poco se ganó su digno reconocimiento –social y económico–tras la participación en el conflicto bélico entre Argentina y Gran Bretaña.

En este marco, la Municipalidad de Rosario suscribió un acuerdo con el Centro de ex Soldados Combatientes en Malvinas de Rosario para encomendar a los veteranos el cuidado del denominado “Legado Deliot”, en las islas del río Paraná.

“En el último tiempo, tanto la provincia como el municipio nos tuvieron muy en cuenta”, afirmó el secretario del Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas, Omar Debenedetto, quien no ocultó su alegría por haber logrado un nuevo espacio de trabajo a nivel local.

“Estamos muy contentos por esta oportunidad, nos agranda como institución, y además quien mejor que nosotros para custodiar el Legado Deliot. Somos activistas ecológicos y culturales, y siempre que nos convoquen para dar una mano ahí estaremos”.

Según explicó Debenedetto, el convenio firmado entre las partes “habilita al grupo de ex combatientes a realizar la custodia de los terrenos en coordinación con Defensa Civil, y si bien todos los integrantes del centro van a estar afectados a esta tarea, sólo 1 o 2 recorrerán el espacio de río periódicamente para cuidarlo”.

En el Monumento Nacional a la Bandera, o en el refugio para personas en situación de calle, los veteranos de guerra se ganaron su espacio en la ciudad. “En total somos 18 compañeros los que trabajamos en distintos espacios públicos”.

“No necesitamos ser vistos, la gente sabe quiénes somos, y qué hicimos, pero poder ser parte de una construcción social es muy importante”, sentenció el dirigente, y adelantó que a partir de febrero comenzarán con las recorridas en la zona de islas.

El Centro de ex Soldados Combatientes en Malvinas no sólo brinda contención a los veteranos, sino que también realiza innumerables tareas solidarias. Se los puede ver con su camión de campaña repartiendo bebida y comida caliente en los barrios y en cuanta movida reúna a multitudes, y que ahora, por ejemplo, se abocó a los damnificados por las inundaciones en Arroyo Seco.

“Llegamos con 60 compañeros a dar una mano. Lo que sea para bien de los demás lo vamos a hacer. La situación es desesperante, hay gente que lo perdió todo, pero nosotros ayudamos dándole un plato de comida caliente. Nos quedaremos el tiempo que sea necesario”, graficó Debenedetto.