Con el partido inaugural entre la anfitriona Francia y Rumanía comenzará este viernes la Eurocopa 2016, en un país preocupado por las amenazas de atentados terroristas y medio paralizado por diferentes huelgas, principalmente en el sector del transporte.

Los llamamientos a acabar con las protestas sociales del presidente François Hollande y de su primer ministro Manuel Valls no han surtido efecto.

«Es un tema sobre el que no tenemos una posición, pero que nos inquieta», admitió el miércoles el jefe de la organización de la Eurocopa, Jacques Lambert.

Por noveno día consecutivo, el personal de la SNCF (la compañía de ferrocarril) mantiene este jueves muy perturbado el servicio del tren.

Continúan también las negociaciones en Air France para evitar una huelga convocada del 11 al 14 de junio por cuestiones salariales.

Los sindicatos anunciaron asimismo que continúan las protestas, incluida una manifestación a nivel nacional para el 14, contra el proyecto de reforma laboral del gobierno, que en los últimos tres meses ha llevado a miles de personas a manifestarse y que ha desatado huelgas en los sectores del petróleo, la energía y los puertos, entre otros.

La imagen de París que se lleven los asistentes a la Eurocopa también puede verse aceptada por la huelga de los basureros desde hace días que ha provocado que haya basura amontonada en la capital. Y en Marsella, la segunda ciudad del país, la situación es similar.

«Todo lo que perturba la movilidad del personal de la organización, de los equipos y de los aficionados no va en el sentido que desearíamos», declaró Lambert. Francia espera la llegada de dos millones de extranjeros con motivo de la Eurocopa.

Más allá de las amenazas, los aficionados al fútbol están ya contando la horas que faltan para que empiece a rodar el balón y todas las estrellas del torneo están ya en Francia.

La última en hacerlo fue Cristiano Ronaldo, que llegó junto a la delegación portuguesa a Marcoussis, al sur de la capital, en el centro de entrenamiento de la selección francesa de rugby que servirá de base de los lusos durante el torneo.

Portugal era el último equipo en desplazarse a Francia, después de que Italia y España llegasen a sus receptivos lugares de concentración (Montpellier y LIle de Re) el miércoles por la noche.

Alemanes, belgas, ingleses o la Suecia de Zlatan Ibrahimovic llevan ya días en Francia preparándose para el torneo, como lo han hecho los anfitriones, que el viernes disputarán el partido inicial contra Rumania en el Stade de France, en el que tratarán de demostrar por qué son uno de los grandes favoritos al título.

«Tenemos la obligación de llegar hasta el final», ha declarado el arquero suplente Steve Mandanda, aunque su seleccionador Didier Deschamps ha tratado de rebajar la responsabilidad.

«Se debe evitar la presión a toca costa. La presión es negativa. Lo que necesitamos es adrenalina y emoción. El contexto y el ambiente es favorable a nosotros y no nos debe debilitar. Algunos serán más sensibles que otros, pero sobre el césped no debemos tener ninguna duda», ha declarado esta semana.

Antes del partido inaugural, se llevará a cabo la tradicional ceremonia de apertura, en la que el conocido DJ David Guetta cantará el himno oficial del torneo («This Ones For You») y en la que estarán presentes algunos iconos de la cultura popular francesa, con 150 bailarines de cancán y una demostración acrobática de la Fuerza Aérea francesa sobre el estadio.