Migul Etchvere llega al ministerio de Agroindustria a casi dos años de la llega de Macri al poder, siendo el flamante ministro uno de los mayores deseos de Macri.

“Etchevehere es un nombre del sector, conoce los problemas, ha estado en todas las discusiones y forma parte del núcleo que considera el Presidente que tiene que ser parte de esta gestión», explica Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

El funcionario será el tercer presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) que llega a ministro, antes fue Luis Duhau hace 84 años, durante la llamada “Década Infame”. La misión del flamante ministro: sacar a la soja del estancamiento y convertir al país en el nuevo supermercado global del futuro.

A lo largo de su gestión al frente de la Sociedad Rural, Etchevehere siempre fue un fiel defensor del agronegocio impulsado por los grandes terratenientes nacionales, mientras que su relación con los “sectores menos eficientes”, (o sea, aquellos que en verdad nos alimentan), estuvo marcada por la distancia.

Pocas veces se ha mostrado preocupado por la aplicación indiscriminada de agroquímicos, el incremento exponencial de los cultivos modificados, la ampliación indiscriminada de la frontera agropecuaria y la situación de los pueblos fumigados. «El agroquímico, por ejemplo, no es ni mejor ni peor que cualquier producto que tenemos abajo de la alacena de la cocina, del detergente, de la lavandina, del matamosquitos o matacucarachas. Si a esos elementos cotidianos se los manipula mal o los toma o se rocía, evidentemente les va a causar un daño», llegó a decir.

El presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Alberto Padoán, celebró la designación y la calificó de «espectacular». «Es excelente para ese cargo, ya que está en tema y va a ser un muy buen ministro de Agroindustria», añadió.

Por su parte, Carlos Iannizzotto, titular de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada, más conocida por Coninagro, resalta que «es muy satisfactorio que siga habiendo representantes del sector en el Ministerio de Agroindustria”, mientras que la Federación Agraria Argentina (FAA) dio un voto de confianza a la apuesta.

La decisión no ha pasado desapercibida para nadie. Se trata del arribo al Gobierno del máximo referente de la asociación que nuclea a los principales representantes del campo, uno de los sectores favorecidos por las políticas desreguladoras que Cambiemos inició desde que plantó bandera en Casa Rosada.

“Me voy a esforzar para poder asumir esta responsabilidad y cumplir un servicio a la altura de lo que significa la producción de alimentos de este país. Debemos trabajar mucho para que todos los productores de la Argentina puedan expresar su potencial”, aseguró tras la designación Etchevehere, que desde la primera hora manifestó su apoyo al rumbo económico del actual gobierno: “Conseguimos derribar un mito. Ocurrió lo que siempre dijimos que iba a suceder: la quita de retenciones generó confianza y un incentivo para la producción”.

Aun así, Etchevehere también es de los que asegura que el cambio climático “tiene brutales consecuencias” y que hay que “ser previsores y dar sustento al Acuerdo de París de 2015”. Sin embargo, para él, la búsqueda de un mundo más sustentable tiene sus límites: “No por ello debemos caer en planteos agoreros y apocalípticos, que pretendan frenar la producción en nombre de una imaginaria pureza ambiental, que puede ser hija de la ideología, pero no del realismo y la sensatez, indispensables en lo que hace al cuidado de la Tierra”.

Forjado como dirigente patronal en las estancias entrerrianas, Etchevehere jura que sin los productos transgénicos habría mucho más hambre del que hoy existe.

«Nosotros ayudamos a producir alimentos», justifica y recomienda: “Debemos estar contra la desmesura, tanto la que proviene de la avaricia como la que resulta de un ambientalismo furibundo y renegador del auténtico progreso”.

Europa prohíbe el uso de Glifosato y peligran exportaciones Argentinas por $84000 millones