La serie de antología de origen inglés “Black Mirror”, que en cada capítulo independiente explora en tono paranoico la progresiva integración de la tecnología a la vida cotidiana, regresa a Netflix el próximo viernes con el estreno de su cuarta temporada.

Con seis nuevos episodios disponibles de manera simultánea al cruzar la medianoche del jueves, será la última presentación rutilante de la plataforma líder del streaming mundial en 2017, en un panorama televisivo que no da descanso y que tiene a los distintos jugadores del mercado programando múltiples estrenos de series de alta calidad cada semana.

Con mayor o menor ánimo moralizador, cada episodio de “Black Mirror” resuena en los espectadores porque apela a vivencias, sentires y pensamientos familiares: casi todo el mundo tiene un smartphone adherido a la palma de la mano, monitores encendidos las 24 horas y socializa cada vez más a través de la red y menos en el mundo físico.

La nueva temporada estará compuesta por cinco capítulos independientes y un sexto que compendiará tres relatos en uno y que, según reconoció Brooker en entrevistas a medios especializados ingleses, confirmará una teoría de fanáticos que señala que las distintas historias de “Black Mirror” ocurren en un mismo universo narrativo.