Desde esa primera, primitiva y lejana transmisión de 1906 en la Brant Rock Station de Massachusetts, mucho ha llovido sobre el negocio radiofónico. La capacidad de transmitir voz y sonido a distancias cada vez mayores abrió todo un mundo de posibilidades y dieron lugar a uno de los medios de comunicación más efectivos, extendidos y explotados de la historia. La radio es n altavoz que sigue gritando fuerte.

La llegada de la radio al entorno rural a principios del siglo XX ayudó a educar a una población analfabeta que, con un transistor de radio, ganaba la habilidad de estar al día de los acontecimientos e incluso de formarse. Aun cuando la aparición de la televisión a mediados del siglo XX supuso un duro golpe para la radio y la conquista de internet en el XXI parecía augurar su fin próximo, el medio radiofónico sigue siendo un auténtico camaleón capaz de adaptarse a cualquier circunstancia y seguir creciendo. Los nuevos formatos informativos y de entretenimiento, el uso que se da de la música y el inmenso poder que la voz humana tiene para transmitir emociones y evocar imágenes en la mente son algunas de las muchas explicaciones posibles para el éxito de este medio.

Históricamente, la radio vivió una expansión relativamente rápida y fue utilizada como herramienta tanto para bien como para mal. El régimen de Adolf Hitler vio el potencial que escondía para que sus mensajes llegaran al pueblo alemán, por lo que promovió su presencia en todos los hogares posibles y la convirtió en un cañón propagandístico a punto de explotar. Del otro lado, nos encontramos con la inquebrantable fuerza de voluntad que la voz de Edward R. Murrow otorgó a la población británica durante los brutales bombardeos de la Segunda Guerra Mundial o cómo el discurso de Winston Churchill hizo que el país entero resistiera un día más para seguir luchando. Mención aparte merece la excelente dramatización de Orson Welles con la obra La guerra de los mundos, un hito para la radio que todavía se estudia.

«Desde su invención, hace más de cien años, la radio ha provocado nuevas conversaciones y ha difundido nuevas ideas en los hogares, los pueblos, las universidades, los hospitales y los lugares de trabajo de las personas. Hasta el día de hoy, el diálogo en las ondas puede servir de antídoto a la negatividad que a veces parece predominar en Internet, y por ello la UNESCO se esfuerza por aumentar en todo el mundo la pluralidad y diversidad de las emisoras de radio. La radio sigue siendo uno de los medios de comunicación más reactivos e interesantes que existen, al tiempo que va adaptándose a los cambios del siglo XXI y ofreciendo nuevas formas de interacción y participación en las conversaciones que importan, especialmente para los más desfavorecidos» mencionó la directora de la UNESCO, Audrey Azoulay, en relación a este día.

La UNESCO invitó a las radioemisoras a participar en la efemérides de múltiples maneras: hablar de las diferencias en sus programas, involucrar a la audiencia, dar voz a los sin voz e inspirar a los oyentes a hablar de sus experiencias y promover la acción participativa en un espíritu de tolerancia y paz.

La radio a sido una herramienta muy importante de inclusión y a servido como bastión de defensa de los derechos de las personas,  y es la única que llegó a lugares remotos de la tierra, tanto con información como con música. Es así, de esta manera, que muchos oyentes a través  de todo el mundo pudieron conocer más allá de las fronteras.