Luego de que la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario revocara la medida cautelar otorgada por la jueza de primera instancia, Sylvia Aramberri, este lunes el grupo “Madres que se plantan” repudiaron la medida, que deja de darles la autorización para el autocultivo de cannabis con fines de producir un medicamento casero para el tratamiento médico de sus hijos con problemas de salud.

En diálogo con Conclusión y distintos medios de la ciudad, una de las madres, Carina Prieto, manifestó que la resolución de la Sala A del tribunal (integrado por los jueces Aníbal Pineda, Fernando Lorenzo Barbará y Elida Isabel Vidal) las ha tomado “un poco de sorpresa”, y que si bien “estaba la posibilidad de que el fallo fuera negativo” sienten que la Justicia les está “tomando el pelo”.

“La Justicia dice que sí podemos plantar para uso personal pero no para terceros. Esos terceros estarían siendo nuestros niños. Entonces, ¿para qué plantaríamos nosotras, si nosotras plantamos para hacer aceite? Sentimos que se nos están riendo”, criticó Prieto ante la prensa, para luego recalcar que los jueces no están teniendo en cuenta que ellas son “tutoras de esos terceros” y que no están hablando “de personas extrañas”, sino de “niños menores que están teniendo sus seguimientos con médicos profesionales”.

“Los aceites no son caseros, salen de la Facultad de Bioquímica y son testeados. Lo que sentimos es que nuevamente ganan las grandes corporaciones y los laboratorios, porque nos mandan a tomar aceites estándar, donde en el caso de mi hijo en particular, que tiene un autismo, Asperger, no está contemplado”, denunció la madre en el marco de la conferencia de prensa que brindaron en Distrito Siete (Ovidio Lagos 790).

Asímismo, pusieron énfasis en que la revocatoria del fallo, determinada a raíz de “falta de verosimilitud para asumir que el brebaje que las Madres que se Plantan quieren producir sea más beneficioso que el que provee el Estado Nacional”, siempre se habla de tres casos, cuando en realidad son seis.

“Yo quisiera que el doctor me explique, cuando salga a los medios, en qué instancia estarían los otros tres casos (entre esos, el mío). Mucha indignación, mucha tristeza, otra vez la justicia nos vuelve a defraudar. Lo primero que hicimos fue a los camaristas decirnos que nos reciban y por una cuestión de decreto se dijo que no, pero sí sabemos que se juntaron con otras partes que eran las técnicas, entonces a mí me parece que desde ese lugar fuimos discriminadas o no escuchadas, porque los camaristas si escuchaban a unas partes tendrían que haber escuchado a todos”, continuó la madre.

De igual manera, otra de las madres que estaban incluídas en la medida para poder fabricar el aceite, Fernanda Masin, agregó que “el estar indignadas y un poco tristes es también porque ellos están decidiendo sobre la salud de nuestros niños” y “están obligando a que nosotras les demos un aceite estándar, el cual no da resultados para todos los niños, como es el caso de mi hijo y de mis otras compañeras también”.

>Te puede interesar: Cannabis medicinal: revocaron el fallo que permitía el autocultivo a madres

“Ellas no están decidiendo y nos prohiben darle el aceite que verdaderamente les hace bien. Eso sería un retroceso y es imposible que puedan impedir. Están jugando con la salud de nuestros niños. Nosotras podíamos plantar y podemos seguir plantando para uso personal. ¿Pero qué hago con eso, si yo no la quiero para uso personal? La quiero para hacer el aceite para nuestros niños”, criticó Masin, en sintonía con lo expuesto por Prieto.

Con su fallo, desde la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario ponderaron el hecho de que la producción de medicamentos está bajo la guarda de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), encargada de regular y garantizar la calidad y eficacia de los productos para la salud que se distribuyen a la población, pese a que admitieron que el amparo brindado por la jueza Aramberri tuvo su fundamento en una “situación de padecimiento” y que tiene “un fin noble y se motiva en el amor y el dolor de varias madres de niños con discapacidad”.

 

Al ser consultada por los beneficios que había tenido su hijo con autismo a partir del uso del aceite de cannabis, Carina Prieto sostuvo que sus vidas cambiaron por completo: “Nosotros no podíamos salir a la calle por el tema de los ruidos; la estructura de mi hijo era totalmente rígida, porque sólo podía hacer conductas repetitivas; yo lo llevaba a él a talleres de estimulación, donde estábamos lleno de niños especiales, y ahora lo llevo a pintura, a inglés; de tener siete terapeutas pasó a tener dos, sólo psicóloga y fonoaudiólogo como cualquier niño; empezó a quedarse en pijamadas, a ir a cumpleaños, a romper con estructuras; cualquier neurólogo o psicólogo sabe que un niño con Asperger se maneja con las cosas cotidianas de todos los días. Uno no puede cambiarle nada porque cambiar cualquier cosa significa crisis. Nosotros vamos a salir adelante, vamos a seguir con nuestra lucha y vamos a seguir plantando. El aceite de cannabis no es un aceite estándar, y es imposible porque nosotras somos madres con aceites diferentes. No es un único el aceite”.

Finalmente, la madre sostuvo que con esta medida “están vulnerando el derecho a la salud” y el derecho que tienen como tutores de sus hijos “de poder elegir cuál es la mejor terapia”, agregando que “no hay que olvidarse que cuando uno llega a esto es porque es la última opción y no la primera”.

Según especificaron los camaristas, la medida cautelar ahonda en temas demasiado particulares, los cuales precisan de un análisis especializado y “alejado de toda subjetividad posible”. Además de revocar la anterior medida, la Cámara le ordena al Estado nacional el efectivo suministro, de forma gratuita y vitalicia, del aceite en base a cannabis (importado desde un laboratorio de Canadá) para aquellos niños que padecen epilepsia refractaria.

Las Madres Que Se Plantan estuvieron acompañadas por las abogadas de Ciudad Futura Jesica Pellegrini (también concejala) y Gabriela Durruty, la edila Caren Tepp y el diputado Carlos del Frade.

Jésica Pellegrini, por su parte, explicó que ahora irán a la Corte Suprema de la Nación “para que convalide el fallo de primera instancia de la doctora Aramberri, que es el que garantiza el tratamiento adecuado entre las madres, la Facultad de Bioquímica y las organizaciones profesionales”, agregando que “el fallo de la Cámara es claramente inconstitucional porque retrocede en las garantías ya consagradas en primera instancia”.

Además, Caren Tepp, quien acompañó dese el inicio el amparo, afirmó que “para este tipo de luchas es fundamental abrir el juego para que la sociedad se sume y apoye”, algo que “ya está ocurriendo”, y finalizó: “Un lugar tan cerrado y conservador como el poder judicial solo se puede abrir y sensibilizar con la gente organizada. Hoy son estas valientes madres las que marcan el camino y con ellas hay que estar”.