La producción petrolífera creció un 1 por ciento en lo que va del año en Vaca Muerta, impulsado por los hidrocarburos no convencionales y pese a la profunda crisis de precios que atraviesa el mercado del crudo a nivel mundial desde el año pasado.

La expansión de la actividad en Vaca Muerta se da de la mano de los hidrocarburos no convencionales, un sector fuertemente atacado por la petrolera YPF SA tras su nacionalización en mayo de 2012, tras la gestión del Grupo Repsol.

El gobierno neuquino de Jorge Sapag informó que la producción de no convencionales creció con fuerza y apuntaló a la extracción total acumulada de petróleo, que ascendió en octubre a los 553.865 metros cúbicos.

Ese caudal de producción significó una expansión del 1 por ciento respecto del mismo período del 2014 y un 3,5 por ciento en comparación con 2013, precisó la gestión de Sapag sobre la actividad en uno de las mayores reservas de shale del mundo.

Un informe de la subsecretaria de Minería e Hidrocarburos de la provincia de Neuquén reportó que en octubre pasado se alcanzó una producción de petróleo no convencional (shale oil y tight oil) de 132.602 metros cúbicos, con un promedio de 26.905 barriles por día.

Para destacar el crecimiento, el Gobierno señaló que ese desempeño fue «7,5 veces más que lo registrado en el mes de enero de 2013», lo que indica que «de esta forma continua consolidándose la expansión en la producción de petróleo no convencional».

Los datos oficiales indican que «al mes de octubre de 2015, la producción de petróleo no convencional ya representaba un cuarto del total de la producción del petróleo neuquino, mientras que en enero de 2013 esa relación representaba tan solo el 4 por ciento».

Ese crecimiento en la producción, señala el gobierno, «es el resultado de una política hidrocarburífera» generada, entre otras alternativas, por la creación de la empresa estatal GyP de Neuquén.