Fuerzas del cuerpo de Infantería de la Policía de la Ciudad impidieron en la tarde de este martes la instalación de una carpa en el Obelisco desde la cual representantes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) pretendían repartir colchones y comida.

La protesta alcanzó momentos de tensión cuando la policía lanzó gases lacrimógenos para impedir que los manifestantes instalen carpas para ollas populares.

Los incidentes se registraron a las 16.30, cuando desde la agrupación social intentaron pasar colchones, lo cual fue reprendido por la policía, que arrojó gas lacrimógeno.

El objetivo de las organizaciones sociales era instalar una carpa y montar ollas populares para repartir comida y colchones entre las personas que se encuentran en situación de calle.

Los manifestantes contestaron arrojando piedras y la tensión fue en aumento hasta que un manifestante fue violentamente reducido en el piso, y luego introducido dentro de un carro de asalto.

En este marco, dos personas resultaron detenidas según lo confirmaron fuentes de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, que manifestaron que se trató de «dos hombres, que tiraron piedras».

Una dirigente de CTEP dijo en declaraciones al canal Crónica TV que la situación era complicada: «La respuesta del Gobierno de la Ciudad es mandarnos a la policía», y reportó que «hay dos detenidos, dos chicos que estaban en situación de calle».

El líder de la CTEP, Juan Grabois, expresó: «Nosotros vamos a permanecer acá, en situación pacífica. Estamos ejerciendo nuestro derecho constitucional de manifestar».

El Defensor del Pueblo porteño, Alejandro Amor, intervino en la situación y tras dos horas de negociaciones con los manifestantes y el gobierno de la Ciudad, dijo que «se llegó a un acuerdo y mañana a la mañana habrá una mesa de negociación».

«Se acordó que no se instalará la carpa, ya la sacaron, y sí se instalarán las ollas. Las organizaciones pidieron tres horas para cocinar, dar de comer y levantar», expresó Amor en declaraciones al canal Todo Noticias (TN).

El Defensor del Pueblo sostuvo que se quedará «en el lugar, para que esto se cumpla» y señaló que «la policía va a retroceder para tomar una distancia, es lo que acordamos, y que las organizaciones puedan hacer esto en paz».

En tanto, el Sindicato de Camioneros instaló al mediodía cien ollas populares, colecta de alimentos y frazadas y repartió donaciones para personas en situación de calle en la zona del Congreso de la Nación.

El secretario adjunto del gremio, Pablo Moyano, dijo que el gremio decidió conmemorar de se modo el 9 de Julio, porque es «una forma de mostrar al mundo que en Argentina también hay hambre».

«Esta jornada de protesta es para demostrar el fracaso del modelo económico», señalo Moyano.

El gremio informó que la medida fue decidida «ante el total abandono del Estado y la profunda crisis que atraviesa el país», con el objetivo de «mitigar el hambre de millones de familias que fueron sumergidas en la pobreza a consecuencia de las malas políticas del gobierno nacional».

La jornada fue organizada bajo el lema «la calle no es lugar para vivir».