Marcela Calenta perdió a un hijo luego de padecer cuatro años la enfermedad del cáncer. Pero a pesar del dolor, decidió transformar esa sensación en ayuda a los niños que sufren la misma condición que su hijo. Por eso, después de participar como voluntaria un tiempo decidió construir «Aldea de amor», un grupo que trabaja en el Hospital Centenario para brindarles una mejor calidad de vida a los chicos internados allí.

Dentro de las actividades que realizó «Aldea de amor» se pueden mencionar la remodelación de la Sala de Oncología del Hospital Centenario, donación de juegos a los chicos, festejo de cumpleaños. La agrupación también se encargó de gestionar la biblioteca de médicos del hospital.

Durante la entrevista, realizada por Carlos Duclos, Marcela contó su experiencia y cómo hizo para pasar de un hecho trágico a la solidaridad con los que más sufren. La charla tuvo lugar en el programa Puerta Abierta, que se emite los domingos a las 22.30 por Televisión Regional, bajo la conducción de Carlos Duclos.