Este lunes comenzaron los trabajos de remoción de escombros en la propiedad donde se encontraba el laboratorio Apolo, que explotó el pasado 27 de junio. La labor se inició en la locación de Alem al 2900 y Conclusión dialogó con la vecina dueña de la casa lindera al establecimiento. La mujer comentó que su marido -la única persona herida durante el derrumbe- continúa internado, aunque en estado estable. Además, comenta que su familia debió mudarse de vivienda y que «no quiero venir más acá», debido a la consternación que le generó toda la situación.