Vivir sin límites es algo imposible de llevar a cabo, debido a que lo físico, geográfico, el tiempo o la naturaleza, nos delimitan de una u otra manera. Si pensaríamos una vida social en donde todos hicieran lo que les plazca, estaríamos en un problema.

Por ello los límites son vitales para poder desenvolverse, aprender y desarrollar sentimientos de autonomía y seguridad en sí mismos. Éste es un tema muy recurrente entre las familias, ya que llegado el momento de empezar a hablar de los mismos, muchos se preguntan cómo y de qué manera hacerlo.

Conclusión entrevistó a Georgina Garrofe, que desde su profesión de psicóloga y puericultora, abordó de manera amplia este tema dentro de una crianza respetuosa.

“Los límites son una herramienta necesaria para que nuestros hijos se sientas seguros, las normas en muchos casos les indican hasta donde pueden ir”.

Resulta fundamental de qué forma los llevamos a cabo, “particularmente no estoy de acuerdo con los premios y castigos, se pueden poner límites de manera amorosa, respetuosa y según cada edad, se puede modificar la forma de comunicación”.

Existen diferentes tips para poder lograr efectividad en lo que expresamos, “es beneficioso marcar normas del hogar, en donde por ejemplo estipulemos que, <hablaremos en un tono acorde y sin gritar>. En donde es importante que toda la familia lo lleve a cabo y demostremos con el ejemplo dichas normas, ya que de lo contrario, nuestros hijos nos lo harán saber”.

La psicóloga también brindó una reflexión: “La utilización de frases positivas en vez de negativas ayuda muchísimo, al igual que tratar de no caer en comparaciones que siempre resultan odiosas”, concluyó.