Desde hace tres años, un grupo de vecinos de barrio Industrial, trabajan todos los días arduamente, en el pasillo de la casa de una vecina que funciona como cocina popular, para repartir a las familias que más lo necesitan.

En ese espacio tiene lugar Aldea Solidaria y es allí donde se cubren de las inclemencias climáticas y encienden un mechero donde se calienta la leche por la tarde y, por la noche, se prepara la cena para más de cien hogares.

La pandemia, junto con la cuarentena, ha multiplicado la cantidad de raciones y de días que el comedor se encuentra activo, por lo que la mercadería y los insumos que se necesitan para cocinar, nunca alcanzan.

Conclusión dialogó con Juan Pasquini, quien participa activamente en el comedor, y contó que «la situación es peor de la que venimos viviendo desde hace tres años, que es cuando comenzamos. Se duplicó la cantidad de elementos que necesitamos para responder a nuestros vecinos. Mercadería sobre todo«.

En relación a cómo afectó la cuarentena las actividades del comedor, Pasquini mencionó que «lo que tuvimos que hacer es aumentar la cantidad de días del comedor. Venimos ayudando a más de cien familias y más no podemos. Pero con mayor esfuerzo logramos hacerlo más veces por semana«.

«La solidaridad es importante en este momento y en todos. Recalco esto porque es un sector bastante vulnerable. Es nuestra esencia. Se denomina Aldea porque así se llama este sector del barrio Industrial y Solidaria, porque es lo que decidimos entre los vecinos», adjuntó el cocinero.

 

Es de suma importancia la tarea que viene realizando el comedor del barrio. Pasquini comentó que «hemos logrado cosas importantes y las seguimos haciendo. Asistimos a gente con discapacidad, con enfermedades, gente que se le ha prendido fuego la casa y, la verdad, que la ayuda que nos brinda la ciudad es bastante importante y estamos contentos con eso porque, de esa manera, podemos seguir adelante«.

En cuanto a los lazos que construyeron con los vecinos y vecinas del barrio Industrial, el colaborador de la Aldea Solidaria dijo: «La relación con los vecinos es un pilar para nosotros, porque nos ponemos todos la camiseta. A veces no hemos tenido mercadería, y entre todos los vecinos ponemos un poco cada uno y se ha armado la olla, la merienda y eso es realmente emotivo. Da fuerzas para seguir adelante«.

Al consultarle sobre cuál es la primera necesidad del comedor, Pasquini expuso que «lo que necesitamos es que alguien, no se quien, se haga cargo de la mercadería que utilizamos toda la semana y no tener que andar recorriendo la ciudad. Por mi parte, se torna complejo porque hay que juntar para el combustible y la gente quiere colaborar y lo hace de corazón y esta bueno poder buscar esa ayuda. Necesitaríamos la asistencia municipal, provincial o del Estado para quedarnos un poco más tranquilo y no tener que estar a las corridas todas las semanas«.

Aseveró que «lo ideal es que se pueda oficializar una ayuda constante semanal, quedarnos tranquilo en ese aspecto y poder trabajar en un montón de cuestiones que tenemos para hacer en el barrio«.

Frente al pasillo donde cocinan a diario, se encuentra un centro de convivencia municipal, espacio que los vecinos y vecinas de la Aldea Solidaria, creen que sería muy útil disponer del mismo para la ardua tarea de cocinar para el barrio en mejores condiciones. Pasquini expresó que «ese lugar los fines de semana se encuentra cerrado y al ser un centro de convivencia barrial para los vecinos, nos parece que estaría bueno que nos lo puedan prestar y, de esta manera, no tener que cocinar en las condiciones que lo hacemos. El lugar cuenta con la infraestructura, esta cerrado y es una pena«.

Y concluyó: «Este comedor funciona por medio de la gente y para la gente del barrio, no tenemos otro camino».

Para comunicarse con el comedor Aldea Solidaria, hacerlo a través de mensaje vía facebook https://www.facebook.com/laaldea.solidaria.10