La Sociedad Argentina de Apicultores (SADA) realizaba este martes un “abejazo” para visibilizar la frágil situación que atraviesan los polinizadores como consecuencia del desarrollo del modelo agroindustrial basado en el monocultivo transgénico y el uso intensivo de agroquímicos que genera pérdida de la biodiversidad y muerte, se informó este martes.

El “abejazo” tendrá lugar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y distintos puntos del país “por la vida de las abejas, por alimentos sanos y seguros” y por el libre tránsito, en contra de los cánones interprovinciales.

El objetivo es “visibilizar la importancia de la actividad apícola y la frágil situación que atraviesan los polinizadores como consecuencia del desarrollo del modelo agroindustrial basado en el monocultivo transgénico” como así también “el uso intensivo de agroquímicos que genera pérdida de la biodiversidad y muerte”.

Los polinizadores, en especial las abejas, son responsables de 7 de cada 10 alimentos que ingerimos diariamente, indicaron, y agregaron que su función resulta esencial para producir frutas, verduras y carne.

Las abejas contribuyen a la diversidad biológica y mientras polinizan producen en sus colmenas, en forma natural, mieles diversas, polen, cera, propóleos y a partir de ello creamos un sinnúmero de subproductos para alimentarnos, cuidarnos y prevenir enfermedades.

«La Agencia Sanitaria aprueba insecticidas altamente tóxicos para las abejas y para las personas, y herbicidas que eliminan toda hierba y toda flor que es la base de la alimentación de nuestras abejas», explicaron a través de un comunicado.

“Eso se llama ecocidio, los agroquímicos determinan la muerte de las abejas y envenenan el agua, la tierra y los alimentos que consumimos”, dijeron, y añadieron: “No a los alimentos genéticamente modificados. No a los 550 millones de kilos de agroquímicos por año volcados a nuestra tierra para producirlos”.

Sobre las barreras y los cánones para transitar por el territorio nacional, explicaron que los apicultores movilizan las colmenas a través del país para polinizar cultivos y producir diversos tipos de mieles, y precisaron que “si no hay abejas disminuye la cantidad y calidad de frutos y el néctar se seca en las flores”.

Provincias como Río Negro y Mendoza, entre otras, colocaron un canon para el ingreso y egreso de colmenas a su territorio sólo con fines recaudatorios, concluyeron.