Más allá del daño ocasionado en valor monetario por el apagón nacional del domingo, que se estima en unos 3,5 millones de dólares, grandes pérdidas ambientales se generaron a raíz del inédito suceso.

En las costas de Ituzaingó y Apipé, en Corrientes, miles de peces aparecieron muertos, como consecuencia de la parálisis de la represa Yacyreta, que generó el cierre de compuertas y una bajante de gran magnitud del Río Paraná (entre 0,80 y 1 metro, unos 20 y 25 centímetros por debajo de lo normal, según Prefectura).

El desperfecto principal surgió a raíz de fallas en las líneas de extra tensión de 500 voltios, que ocasionaron que se paralice la generación de energía del dique en las plantas hidroeléctricas, térmicas y atómicas, como una llave térmica cuando salta un cortocircuito, haciéndolas dejar de funcionar y causando el desastre cuando las puertas se reabrieron, según consignó el medio Página/12.

Los primeros testigos se registraron en la localidad correntina de Ituzangó, en Rincón de Santa María, donde pescadores y vecinos observaron una numerosa cantidad de bagres y armados muertos.

El viceintendente, Juan Dacunda, manifestó al medio local El Litoral: “En lo personal desconozco el motivo por el cual bajó tanto el nivel del río y la rapidez con que lo hizo. Lo que sí podemos testificar quienes vivimos en la isla es que fue sorpresiva y abrupta (la bajante). En las fotos que se tomaron se puede ver como en zonas que siempre están con agua, ahora sólo se veía arena y pedregullo. Tengo 35 años y la verdad es que no recuerdo una situación similar. Seguramente, en el transcurso de la semana, desde el Municipio solicitaremos información a la Entidad para tener mayores precisiones al respecto”.

Foto Twitter: @CaritoSpk