Foto: Maxi Jonas

La muerte de más de 40 lobos marinos generó preocupación en Necochea y desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) comenzaron una investigación para comprobar si los decesos están vinculados a un posible brote de influenza aviar.

A través de las redes sociales, comenzaron a conocerse imágenes de los primeros animales muertos en las playas aledañas al puerto de Quequén.

También se mostraron videos donde se ve a los lobos marinos convulsionando lo que provocó un rápido accionar del SENASA y, ante la posibilidad de que estos hechos se relacionen a un brote, las autoridades comenzaron con las investigaciones pertinentes y, mientras se trata de confirmar por qué murieron, pidieron evitar acercarse a los animales.

Las investigaciones están a cargo del Centro Regional Buenos Aires Sur que centralizó los trabajos en la zona en conjunto con la regional local del Consorcio Portuario, especialistas del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras de la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Conicet.

«Son alrededor 40 y 50 los lobos marinos que están entre muertos y moribundos. Desde la mañana que nos encontramos con este panorama no se sumaron más mamíferos que presentaron problemas», aseguró María Génova, directora de Gestión Ambiental de Necochea.

Acerca de los resultados, Génova indicó que recién se darían a conocer dentro de 24 o 36 horas: «Mientras tanto le pedimos a la gente que no se acerque a los ejemplares y que no se interponga en el operativo«.

La investigadora remarcó que la hipótesis se basa en que hace algunos días aparecieron siete mamíferos marinos muertos en playas de Río Grande y se confirmó que se trató de un brote de influencia aviar.