La civilización maya intercambiaba perros para utilizarlos en ceremonias, según un estudio científico divulgado este martes por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), con sede en Panamá.

De acuerdo con las investigaciones, lideradas por la arqueóloga Ashley Sharpe, los mayas, que habitaron parte de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, criaron, vendieron y movilizaron perros para uso ceremonial.

A través de análisis de isótopos de carbono, nitrógeno, oxígeno y estroncio, los científicos descubrieron que la civilización maya siguió un camino diferente al de África, Asia y Europa, cuya gestión de animales se dio con el desarrollo de las ciudades.

«En las Américas la gente pudo haber criado animales para propósitos ceremoniales. El crecimiento de las ciudades no parece estar directamente relacionado con la crianza de animales», afirmó Sharpe en un comunicado.

El equipo de Sharpe llegó a estas conclusiones tras analizar restos de animales de Ceibal, Guatemala, un sitio maya con una de las historias más largas de ocupación continua, y uno de los primeros sitios ceremoniales.

Durante las excavaciones se hallaron restos de perros que no corresponderían a su hábitat natural, por lo que se sospecha que fueron trasladados por los humanos para formar parte de los festejos.

Según la investigación, el comercio y manejo de animales comenzó en el Período Preclásico, hace unos 2.500 años, y se intensificó durante el Período Clásico.

Para los mayas, los rituales que incluían sacrificios de animales y humanos desempeñaban un papel muy importante.

«Esta es la primera evidencia de las Américas de perros moviéndose por la región. Estudios como éste están empezando a mostrar que los animales desempeñaron un papel clave en ceremonias y demostraciones de poder, que tal vez impulsaron la cría de animales y el comercio», comentó Sharpe.