Durante los primeros días de febrero, la empresa de investigaciones científicas perteneciente al multimillonario Elon Musk, Neuralink, anunció que estaba en funcionamiento un proyecto en donde utilizarían monos para que jueguen videojuegos con la mente.

Además de las críticas de los sectores conservacionistas, el estudio parece estar mostrando los primeros avances con resultados favorables.

Un simio de 9 años fue el objeto de investigación para el equipo científico de Neuralink. Se instaló una interfaz cerebro-máquina (BMI), que además de ser completamente inalámbrica, le permite jugar Pong controlando los comandos con su cerebro.

En el video se puede al macaco controlando un cursor en una pantalla moviendo manualmente un control externo. De esta manera, se le condicionó para que, si obtenía resultados favorables, recibiera una recompensa que le hiciera feliz. Mientras tanto, se registraba su actividad cerebral, según el comunicado oficial de Neuralink.

Hasta ahora todo pareciera indicar que los resultados vienen marcando el éxito de la investigación. El dispositivo monitorea los picos eléctricos de las neuronas al interior de la cabeza del animal. En esta zona, el cerebro se encarga de planear y ejecutar movimientos mecánicos en el organismo. La empresa se enfocó, sin embargo, sólo en las extremidades de los brazos.