Desde el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, ordenaron liberar en el norte de Santa Fe, específicamente en la localidad de Villa Guillermina, a cinco monos carayá, 25 loros habladores y 1 coatí, que se encontraban alojados en la Granja La Esmeralda.

La estadía de estos animales en la Granja se debía a los procedimientos policiales y los secuestros realizados a cazadores furtivos o vendedores ilegales de especies autóctonas.

En el lugar de liberación se colocaron cámaras trampas para el monitoreo y análisis del comportamiento de los monos. Cabe resaltar que este proceso de liberación contó con el aval de la Asociación de Primatología Argentina (APRIMA).