Animales que llevan millones de años siendo diurnos se están pasando a la noche. Un estudio señala a la expansiva presencia humana como la causa de unos cambios que pueden trastocar la dinámica de ecosistemas enteros.

Un grupo de investigadores de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos han comprobado el carácter global de esta traslación de la vida animal a las horas nocturnas. Según el informe, su actividad aumentaría hasta el 68%.

El patrón se repite tanto en los mamíferos más pequeños como la zarigüeya como en los más grandes.

Lo más llamativo de esta revisión, publicada en la revista Science, quizá sea que los animales se están haciendo más nocturnos independientemente del nivel de peligro que supongan los humanos. “Los animales responden a todos los tipos de perturbación humana, sin importar si realmente supone una amenaza directa», añade el estudio.

Las consecuencias de este traslado a la noche de tantas especies aún son inciertas. En principio, parecería que el abandono del día en favor de los humanos facilitaría la coexistencia entre estos y los animales. Pero un cambio tan generalizado y rápido de unos patrones de actividad moldeados durante milenios puede alterar todo un ecosistema.