Manchita atravesó momentos muy difíciles. Estuvo en el Imusa, lo adoptó una familia que luego lo abandonó. Y ahora se encuentra en una casa de tránsito esperando ser adoptado.

El perrito en un primer momento fue derivado al Imusa. «Esto le causó lo que es normal a los perros que llegan ahí, un estrés terrible por lo cual bajó de peso y demás. Manchi empezó a incorporarse a los paseos ,pero igualmente estaba muy triste…», cuenta Cecilia.

Con el tiempo fue adoptado. Pero comenzó a escaparse de la casa. Los «dueños» decían que se iba porque no quería estar ahí. Las dio veces que escapó dio con dos buenas personas, un muchacho que ayudó a que vuelva con sus dueños y la segunda vez dio con Silvana, que se está haciendo cargo en este momento.

Los dueños dijeron que ya no lo quieren, por lo que Manchi quedó a la deriva. Ahora está en tránsito por diez días en la vivienda de Silvana, pero se necesita adopción, tránsito, o en su defecto, madrinas o padrinos que colaboren para que pueda quedarse en una guardería.