Una derrota con sabor amargo, la Lepra no jugó bien pero estuvo iluminado de a ratos, no supo aguantar la victoria y se quedó con las manos vacías en el complemento. El Timao no es imbatible y queda la sensación que la serie se puede dar vuelta, pero para eso el elenco de Heinze tendrá que mejorar en el retroceso.

Newell’s apostó por una línea de cinco defensores y exhibió alarmantes filtraciones en el fondo. El conjunto brasileño fue dueño de las acciones durante 35 minutos, lo desbordó por todos lados, con un Fagner que ganó por la derecha una y otra vez.

Los tres centrales, Velázquez, Ortiz y Mansilla, sufrieron demasiado, el arquero Hoyos salvó la ropa, tapando una y otra vez, fue una de las figuras del elenco rosarino.

Pero por arte de magia, Newell’s reaccionó en los minutos finales del primer tiempo y por una acción de Angelo Martino (bien cuando atacó, mal cuando defendió) terminó en los pies de Portillo y puso el 1 a 0, un gol importantísimo.

En el complemento, la Lepra controlaba sin inconvenientes el partido pero un error de Mansilla, cometiendo una falta en el área, penal para el Timao, gol de Alberto y el 1 a 1 era el presagio de la desgracia.

Un rato después, llegó el desborde de Fagner y el ingresado Wesley remató débil, lo tomó a contrapierna al arquero Hoyos y el local lo dio vuelta con muy poco, Newell’s opuso poca resistencia y se dejó arrebatar la victoria rápido.

Queda claro que la serie quedó abierta, los brasileños mostraron sus debilidades, hay esperanza pero Newell’s tiene que mejorar en el planteo y que algunas individualidades levanten su nivel.

La Lepra fue superado en gran parte del primer tiempo pero se pudo imponer y fue competitivo, lo ganaba, no supo aguantarlo, tiene con qué para quedarse con la clasificación. Pero a no confiarse, sabe lastimar pero tiene que evitar ser vulnerable.