El presidente de Boca, Daniel Angelici, y el titular de Barracas Central y referente del grupo «Ascenso Unido», Claudio «Chiqui» Tapia, compartieron hoy un almuerzo a la vista de todos en un balneario de Mar del Plata, para intentar acercar posiciones respecto al futuro de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Esta reunión se da luego que los dirigentes de Primera se reunieron el miércoles en Costanera Norte y acordaron, entre otras cosas, conformar «una mesa de trabajo conjunto con los directivos de las otras categorías del fútbol argentino».

La gravedad de la situación general llevó a que «la conciencia generalizada desemboque en un marco de unión entre todos los estamentos que administran a las instituciones».

Angelici no estuvo en esa reunión -el representante de Boca fue César Martucci- pero parece ser el encargado de intentar iniciar un acercamiento con el frente del ascenso, que la semana pasada, sin representantes de los clubes más populares, convocó a 52 asambleístas de 72 habilitados para actuar y, en forma unánime, inició el proceso electoral para elegir nuevo presidente de AFA el 15 de febrero.

Pero este encuentro, tuvo como tema central, frenar un posible avance de Marcelo Tinelli en la búsqueda de consenso para ser candidato a presidente.

Tanto Angelici como Tapia son los máximos exponentes de los dos grupos de dirigentes que pelean por el poder en la AFA, mientras los clubes atraviesan acaso su peor momento y la grave crisis económica e institucional del fútbol pone en riesgo el reinicio de los torneos, oficialmente programado para el 3 de febrero.

La puesta en escena de Angelici y Tapia en el popular Balneario 12 de Punta Mogotes, siempre poblado de futbolistas, dirigentes, entrenadores y periodistas, da cuenta de la intención de ambos espacios de hacerse ver para mostrar que se busca acercar posiciones.

La Primera A contraatacó anunciando el pedido de audiencia al gobierno nacional para que formalice con documento la rescisión del contrato, esquivando el filtro de la Comisión Normalizadora, a la que le exigirá el pago comprometido de 350 millones que debió efectivizar en diciembre.

Con Marcelo Tinelli a la cabeza, también quiere que el Gobierno de Mauricio Macri pague el resarcimiento por los dos años que restan del contrato de TV.