Por Santiago A. Fraga

Como si fuera un signo ya de los últimos meses del ciclo Heinze, el equipo termina partido a partido quedándose solo en propuestas. Sin recambio, sin un once completo y sin reacciones tácticas, Newell’s volvió a repetir los mismos errores que en los partidos anteriores y consiguió el mismo resultado: una nueva derrota, y esta vez en el clásico de la ciudad.

Desde el comienzo, el partido se disputó casi sin pasar por la mitad de la cancha. Típico del clásico rosarino, ambos equipos tuvieron problemas para ser precisos en la transición defensa-ataque, por lo que los dos optaron por saltar líneas y jugar buscando el espacio al vacío o que los delanteros luchen contra los defensores, a la expectativa del error ajeno.

Precisamente, de pérdidas de pelota del rojinegro llegaron las primeras jugadas de riesgo de Central, con un cabezazo incómodo de Carlos Quintana que contuvo Lucas Hoyos y un remate lejano de Agustín Toledo que pasó cerca del palo izquierdo.

Entre una jugada y otra, Newell’s no supo aprovechar su momento de presencia en área rival, contando con varios córners en donde no llegó a conectar ninguno de los centros de Juan Sforza y de Ramiro Sordo.

Decididamente, fue la ‘Lepra’ quien manifestó desde el inicio alguna intención de juego, intentando explotar principalmente a Armando Méndez, Ramiro Sordo y Brian Aguirre, mientras que el local permaneció expectante a lastimar con un contraataque.

Sin embargo, bien tuvo sus acercamientos peligrosos, en ningún momento pudo capitalizar los mismos en remates claros al arco, con la excepción de un disparo de Cristian Ferreira desde el borde del área a los 42’ del primer tiempo, a raíz de un lateral.

Mientras que el lateral uruguayo fue de lo más peligroso que tuvo el equipo de Gabriel Heinze, Sordo pecó de egoísta en el término de algunas muy buenas jugadas individuales, en tanto que Aguirre en ningún momento logró encontrarle la vuelta a la defensa auriazul.

Ya en el segundo tiempo, los primeros diez minutos siguieron la tónica de la primera etapa, con Newell’s teniendo acercamientos por la banda derecha pero sin poder capitalizar eso en tiros al arco.

No obstante, cuando Miguel Russo realizó las primeras variantes y dio ingreso a Luca Martínez Dupuy e Ignacio Malcorra, el local comenzó a ganar protagonismo en el encuentro y a adelantar sus líneas. Así, empezó a encontrar los espacios que la ‘Lepra’ dejaba abajo, quedando el visitante mal parado en varias jugadas seguidas.

A pesar de estas jugadas de peligro que comenzaban a crecer en Central, en ningún momento Heinze tuvo respuestas tácticas y siguió dejando expuesta a la defensa al mantener altas las líneas de presión y salida.

De igual manera, en contraposición el rojinegro seguía pagando caro sus malas decisiones individuales en ataque, en este caso con Ferreira rompiendo líneas dos veces con buenas maniobras y decidiendo mal luego.

La lesión de Jaminton Campaz obligó a Central a deshacer lo bueno que había encontrado, permitiéndole a Newell’s volver a recuperar terreno aún cuando minutos más tarde también perdería a uno de sus jugadores más incisivos, Sordo, también por molestias físicas.

Así y todo, el local no dejó de buscar los espacios en la defensa leprosa, encontrándola mal parada constantemente, y gracias a ello terminó encontrando sobre el final del partido la llave del gol, gracias a un uno contra uno de Martínez Dupuy que generó un foul de Víctor Velázquez.

Ese tiro libre terminaría siendo la oportunidad de oro para un ya reconocido ejecutante, con la complicidad de un arquero muy tirado sobre el palo derecho ante un remate desde una zona centralizada. Malcorra buscó el ángulo izquierdo y le dio, así de fácil, la alegría a su equipo.

Por si fuera poco, la reacción del entrenador ante un gol tardío que ya casi sentenciaba la derrota fue la de sacar al mejor jugador del equipo, Méndez, para dar ingreso a Genaro Rossi. Es decir, incorporar un centrodelantero más y sacar al único que tiraba centros al área.