En un combate que empezó de manera brillante y terminó en forma precaria, Lucas Matthysse venció anoche por puntos, en fallo dividido, al ruso Ruslan Provodnikov, en pelea celebrada en la ciudad estadounidense de Nueva York.

Uno de los jurados vio una paridad de 114, mientras que los  otros dos observaron un triunfo del argentino por 115 a 113, en el atractivo duelo de ex campeones mundiales superligeros, sin título en juego.

En pelea considerada como eliminatoria en búsqueda de un título mundial, el peleador chubutense ganó con boxeo soberbio los primeros rounds, en los que dejó daños visibles en la humanidad del boxeador ruso.

Sin embargo, en la última parte de la pelea, Provodnikov, con  la cara cortada y dañada, prevaleció en el empuje frente al  argentino, que pareció por el contrario desarticulado físicamente y boxeando casi exclusivamente con su mano izquierda.

El boxedor argentino mostró dos caras: un boxeo brillante e inteligente en la primera parte de la pelea, y una condición física dudosa para soportar los 12 rounds ante un rival,   valiente, sin demasiados variantes y con notable potencia.

Matthysse arrancó la pelea en forma brillante ante un  formidable «tanque» ruso, que se le quería venir encima y  “triturarlo” en el combate corto.

Desde el primer momento, el argentino puso sus condiciones con acertados jab de izquierda y precisos directos de derecha, que enseguida le provocaron un profundo corte al ruso en su ceja izquierda.

La pelea, con una pausa sin actividad precisa del argentino y un potente gancho de izquierda del ruso en el cuarto roundo, siguió con la misma tónica hasta el séptimo round, cuando el match dio un giro dramático.

La cara de Provodnikov estaba llena de heridas, pero el «tanque ruso» nunca detuvo su actividad y a Matthysse se le cansaron las manos y el espíritu.

Fue a partir del octavo round, cuando empezó a ser todo para el ruso, porque el argentino ya no sacaba la derecha y sólo se  limitaba a mantener a su rival alejado sacando la izquierda en jab, pero sin la consistencia de los primeros rounds.

En el décimo round hubo real peligro con otro gancho de izquierda por parte del ruso, que hizo que Matthysse estuviera al borde de la cuenta, peor pudo sostenerse valientemente hasta el final, a pesar de que las piernas parecían no sostenerlo.

El argentino reconoció el valor de su rival al remarcar que  «esta noche el ruso hubiera noqueado a cualquiera».

El noqueador de Trelew, que tiene 32 años, ahora suma un récord de 37 triunfos, tres derrotas y 34 nocauts, mientras que Provodnikov, de 31 años, quedó con un récord profesional de 24 victorias, 17 de ellas por la vía rápida, y cuatro derrotas.