Por Paulo Viglierchio

Muchos fueron los interrogantes que quedaron dando vueltas luego de la pobre actuación canalla ante Arsenal. La idea general fue que el equipo estuvo falto de determinación, en ningún momento logró llevarse por delante al rival, a pesar de tener mayor jerarquía en su plantel. Sumado a eso, la peor parte, que fue la continuación de los problemas defensivos arrastrados en todo el ciclo Kily González. La falta de un sistema de juego que de equilibrio, una idea, los malos retrocesos en defensa, todo un combo que hace imposible volver competitivo a un conjunto. La primera versión que entregó Central en el año no se diferenció nada de lo que fue el 2021.

Algunas de estas ítems logró subsanarlos parcialmente frente a Vélez en el Gigante. Yendo al encuentro ante el Fortín, la primera etapa encontró a un Central previsible, sin dinámica, jugando con una marcha menos. Al no haber desmarques, movimientos sorpresa, diagonales, explotación de los espacios, la circulación de pelota se hizo lenta, muy pausada, con escasas armas para generar peligro. De allí que las únicas aproximaciones hayan sido un remate de media distancia de Montoya (su mejor arma) y una doble salvada de los de Pellegrino tras una tapada de Hoyos a Gamba y el posterior despeje de Mulet al rebote de Infantino. Muy poco para cualquier candidato que se precie de protagonista y tenga deseos de pelear arriba.

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Es cierto, casi no sufrió en defensa, salvo por un error forzado en salida por parte del rival que provocó una  buena respuesta de Servio (la única en la tarde-noche de Arroyito) ante un remate de Janson. Almada y Báez estuvieron más firmes que en el primer partido, ante un Sosa Sánchez que poco y nada los exigió. A partir de esa comodidad, todo pasó por lo que pudiera gestarse desde el mediocampo. Allí Montoya e Infantino ofrecieron una mejor imagen el complemento, con mucho más sacrificio y despliegue. Con un Vecchio a cuentagotas (no parece estar al 100%), que el juvenil mejorara en la segunda mitad fue una de las claves de la victoria. Por su parte, el chaqueño debe ponerse a punto desde lo físico y lo futbolístico, tiene y puede dar mucho más.

Es fundamental en el conjunto del Kily González la trepada de los laterales, Blanco y Martínez también mejoraron en ese aspecto en el segundo tiempo, este último tuvo más trabajo con Janson. El sacrificio de Ruben y Gamba arriba es incuestionable, aunque al ex Huracán también pareciera faltarle para ponerse a tono, recuperar su mejor versión. Por su parte, si bien no tuvo situaciones, el 9 canalla siempre exige y obliga, e incluso se muestra como un elemento más para la elaboración de juego si hace falta.

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A todo esto faltaría sumarle lo que puedan aportar los refuerzos que llegaron y aún no debutaron. Se presume que Benítez y Yacob deberían dar un salto de calidad a un plantel que de por si tiene poco, si continúan en la sintonía que mostraron en sus clubes anteriores sin dudas van a aportar soluciones. El arribo de Velázquez corre por otra ruta, ya que el ex Independiente arrastra un largo tiempo sin jugar (solo 36 minutos en todo el 2021), jaqueado por varias lesiones,  habrá que ver cuando podrá estar a punto. De encontrarse bien, él y Komar (si llega) deberían consolidarse como la zaga central titular.

Ganando es otra la energía en la semana. Central lo hizo, trabajosa pero merecidamente. Todavía tiene muchas cosas por mejorar, da la sensación que hay varios ajustes que hacer todavía, a falta de que las piezas que faltan se acomoden en el rompecabezas. El torneo recién comienza, tendrá una prueba de fuego ante Boca el fin de semana. Deberá mostrar más de lo que hizo en el segundo tiempo de hoy y menos de lo del primero para aspirar a sumar unidades ante un conjunto muy poderoso.