Por Fabrizio Turturici

El arranque en el plano local no podía salir peor para Central, no solo por las cuatro caídas (de 5) sino porque en su mayoría, a excepción de hoy, había destinado lo mejor de un corto plantel que no fue reforzado en el mercado de pases; pero también porque dejó pasar el tren ante rivales «menores» como Godoy Cruz, Gimnasia, Aldosivi y Sarmiento.

Esto significa que el Canalla se encuentre en el fondo de la tabla de posiciones y con todas las fichas de su futuro puestas en la Copa Sudamericana, donde cerró una gran fase de grupos y venció con contundencia a Deportivo Táchira, pero ahora se viene un duro rival como el brasileño Red Bull Bragantino, el martes en el Gigante de Arroyito.

Sobre hoy, pocas puntas para analizar durante una primera parte trabada en el desarrollo y con nulas ideas para romper ese cerco, tanto de un lado como del otro. Es que el Verde estaba obligado a buscar la iniciativa por el hecho de ser local y jugar contra un equipo alternativo, pero no la tomaba y a Central no parecía preocuparle.

En este contexto solo quedaba poner el foco sobre las individualides, que dicho sea de paso también brillaron por su ausencia. En faceta defensiva, Broun sumó minutos y fue el mejor, el paraguayo Garay no hizo pie en la zaga y lo complicaron bastante por el costado de otro punto flojo como el juvenil Franco, por donde insistía Salinas.

En la zona media, Tanlongo y Sangiovani se perdieron en una laguna corriendo de atrás a los rivales en el retroceso y no significando ninguna solución en la generación de juego, Giaccone se tuvo confianza pero no prosperó por izquierda y la dupla ofensiva de Marinelli y Martínez Dupuy insinuó algo mediante su ya conocida intensidad.

Todo cambió en el complemento, Sarmiento empezó a combinar sus piezas de ataque y abrió la cuenta por intermedio de Graciani, pero el gol fue el resumen perfecto de todo lo que se hizo mal: un pase comprometedor al costado, una pérdida infantil, nadie en el medio para cubrir el hueco en el retroceso, la salida lejana de un zaguero lento que quedó pagando, el lateral izquierdo que no pudo cerrar a tiempo y a guardar.

Ninguno de los cambios hizo que Central pudiera crecer en el partido y más allá de un cabezazo del ingresante Russo, se terminó volviendo a Rosario con una nueva derrota. El descenso todavía no es preocupación real, pero deberá empezar a sumar para no lamentarlo a futuro, mientras se le viene lo más complicado de su agenda futbolística.