Por Fabrizio Turturici

Central no tuvo su mejor tarde pero sí las ganas suficientes para quedarse con una victoria necesaria de la mano del mexicano Martínez Dupuy, en el Gigante de Arroyito y contra San Lorenzo, rival directo por el ingreso a las copas internacionales.

El Canalla del Kily González jugó un buen comienzo de partido principalmente por las trepadas de Blanco que demostraron ser la clave, tal como sucedió en el centro que metió al final para que el delantero que ingresó en lugar de Gamba la empuje al gol.

A la hora del análisis, hay que destacar que al igual que contra Boca, toda esa intensidad del arranque se fue apagando y el visitante ganó terreno, acomodándose en el mediocampo para complicar a una defensa canalla que no estuvo del todo firme, pero que fue salvada en varias ocasiones por otra de las figuras de la jornada: el arquero Broun.

Durante la primera parte el cotejo se desarrollaba sin agresividad en las áreas y para colmo, la salida de Gamba y el ingreso de Martínez Dupuy modificaba el esquema ofensivo. Es que al perder movilidad por el frente y conformar una dupla con mayor peso en el área, la responsabilidad pasaba a ser de los volantes externos.

El problema fue que tanto Zabala como Ferreyra, de lo más flojo de este campeonato según esta columna de opinión, no brindaron soluciones por las bandas, ni en el retroceso ni en los avances. Aunque lo que hacen bien es cerrarse para permitir el paso de los marcadores de punta, que acaban teniendo mayor injerencia en las llegadas.

Una sensación extraña fue que Marinelli, pieza fundamental para el triunfo en cancha de Banfield, no haya ingresado para darle amplitud al equipo, pero el Kily terminó acertando porque fue justamente Dupuy quien la mandó a las redes para la alegría canalla.

En tanto el venezolano Covea no pudo cargarse la ofensiva al hombro frente a la ausencia de Vecchio, el que tomó esa responsabilidad en la segunda mitad fue Ojeda, ofreciéndose siempre en el eje de la cancha. Asimismo Lo Celso ingresó bien para darle otra dinámica al medio y con más ganas que juego, encerró al Ciclón en su arco.

En cuanto a los puntos flojos se encuentran las coberturas a los zagueros, sufriendo a espaldas de Ávila con la presencia de Cerutti, pero los envíos largos y directos salteando líneas para encontrar sorpresa con los puntas volvieron a decir presente y ya son una marca distintiva dentro de los recursos de este equipo.

Central tiene por delante muchas cosas para corregir de cara a su visita al líder del campeonato, Talleres de Córdoba, pero sin dudas que encarará la semana con optimismo luego de dos triunfos al hilo que vuelven a ponerlo en carrera frente al objetivo final que es, según declaración de los protagonistas, el regreso al plano internacional.