Por Fabrizio Turturici

Central cerró su participación en la Copa de la Liga de la peor manera, con una goleada y eliminación en manos de Platense, que se impuso por 4 a 1 en Vicente López y le ahogó sus aspiraciones de clasificarse a la próxima instancia del certamen doméstico.

En el balance se contraponen dos grandes verdades, porque es tan cierto que el equipo del Kily González tuvo chances hasta la última fecha de meterse entre los cuatro mejores como que terminó octavo de trece lugares, solo por encima de rivales menores como Central Córdoba de Santiago del Estero, Godoy Cruz, Platense, Arsenal y Aldosivi.

Esta eliminación, sumada a la bochornosa que sufrió por Copa Argentina contra Boca Unidos de Corrientes, lo deja con la obligación de la Sudamericana, donde está tercero de cuatro equipos y debe salir primero para poder avanzar y maquillar una campaña que hasta el momento, haciendo referencia a lo mencionado, no es nada buena.

Sobre el partido de este domingo, hubo aspectos positivos en la faceta ofensiva y negativos en lo defensivo, ya que por ejemplo el duelo se abrió con un centro que cruzó toda el área sin oposición hasta encontrarse con la solitaria cabeza de Jorge Pereyra Díaz.

Sin embargo, el manejo de la pelota parada volvió a ser efectivo para el elenco de Arroyito, que marcó la igualdad desde esa vía con una espectacular chilena de Lucas Gamba, y ejerciendo superioridad en el juego mediante su trabajo por las bandas.

En busca del factor sorpresa, el Kily probó con un cambio posicional entre Diego Zabala y Luciano Ferreyra, con el fin de poder aprovechar el remate de media distancia a partir del perfil cambiado, pero el volante uruguayo no gravitó en el desarrollo.

A la vuelta del entretiempo las cosas se empezaron a complicar, no solo por los resultados ajenos (Racing ganaba ya por dos goles y estiraba la diferencia en la tabla) sino propios, porque una mala entrega de Joaquín Laso en la mitad de la cancha derivó en el segundo tanto del Calamar mediante una corrida de Franco Baldassarra.

Apremiado por la situación, el Kily mandó a la cancha a Alan Marinelli, Gastón Ávila, Fernando Torrent (que luego se iría expulsado) y Luca Martínez Dupuy, pero solo empezó a desmoronarse futbolística, física y moralmente hasta devenir en los goles final del arquero Jorge De Olivera -de penal- y Nicolás Zalazar.

En este marco, Central finalizó su campaña local y solo le queda pensar en los compromisos internacionales, por lo que deberá visitar a San Lorenzo y recibir tanto a Huachipato como a 12 de Octubre, con el objetivo de avanzar de ronda en la Sudamericana.