Por Paulo Viglierchio

Rosario Central culminó su participación del primer torneo doméstico del 2024 con una imagen muy desdibujada, fiel reflejo de lo que fueron los resultados y la producción a lo largo del certamen, en el que nunca se puso el traje de ‘acá estoy yo, el campeón’. Todo lo contrario, en la mayoría de las presentaciones evidenció una notoria merma en el aspecto físico, y en lo futbolístico tampoco pudo crecer ni mejorar lo del año pasado. En consecuencia, redondeó una magra cosecha en puntos, que deberá rectificar en la Liga Profesional.

Con el 4-2-3-1 de casi siempre, el esquema más utilizado por el entrenador Miguel Ángel Russo, el Canalla mostró en escena a algunos de los habituales «suplentes», en un encuentro ideal para que todos sumaran ritmo de cara a la excursión en Venezuela por Copa Libertadores. Así, Franco Ibarra, Mauricio Martínez, Jonathan Gómez y Lautaro Giaccone tenían su oportunidad, estaba en ellos aprovecharla.

Sin embargo, en buena parte de la etapa inicial Central estuvo muy incómodo. Le costó acomodarse, estuvo impreciso e inconexo en sus líneas, le faltó determinación, convencimiento, a sabiendas de que enfrentaba a un rival inferior, de buena actuación en el torneo, pero con un plantel de mucha menor jerarquía. Aun así, se jugó mucho como quiso la visita, que plantó a sus hombres bien cerca, cerrando espacios y defendiendo escalonadamente.

El Canalla no tenía lucidez, estaba como con la cabeza en otro lado, y el conjunto de Cristian Fabbiani se lo hizo pagar. En la única oportunidad que tuvo en el primer tiempo, Riestra fue contudente. Barrionuevo apareció en soledad en una pelota parada, nadie lo siguió y con un cabezazo certero estableció la apertura del marcador. Sorpresa en Arroyito. Un mazazo fuerte que obligaba a despertar.

Central movió la pelota, pero careció de la paciencia necesaria para abrir a su contrincante, estirarlo para hacerlo ancho hasta que en algún sector del campo se notara el hombre de menos (fue expulsado Jonathan Herrera por un patadón contra Coronel). Había que tener inteligencia para manejar los tiempos, no entrar en el termómetro de la gente, también claridad en los metros finales, con los volantes moviéndose, entrando y saliendo, para sumar presencia en ataque.

El empate pudo haber llegado con un mano a mano que Giaccone se perdió de manera increíble, tras una gran habilitación de ‘Caramelo Martínez’, de floja actuación. También lo tuvo Martínez Dupuy, pero el arquero Arce lo achicó bien y le ahogó la definición. La igualdad estaba cerca y ya era merecida. Finalmente, luego de un gran pase de Coronel, Campaz -que hasta ese momento tampoco había sido incisivo- recibió en al área y fusiló de zurda para poner todo como al comienzo. Ahora, acomodarse, tranquilizarse y refrescar ideas en el entretiempo, porque la actuación había sido deficiente a pesar de tener la posesión.

En el complemento, Russo sorprendió de entrada con los ingresos de ‘Coyote’ Rodríguez y Tomás O’Connor, ubicándose este último como lateral-volante por derecha, toda una novedad. La entrada de ‘Tomi’ en esa posición aportó poco y nada, siendo más la confusión que el efecto buscado desde el banco. Nuevamente la escena de la primera mitad, mucho traslado pero poca profundidad.

Al Canalla la faltaba alguien que rompiera por dentro, todos la pasaban pero nadie se animaba a la individual, el recurso de la gambeta en velocidad era la llave para generar, pero los principales encargados de ello estaban en bajo nivel. A Campaz y Giaccone les costó ser profundos, se imponía la aparición de Ignacio Malcorra cuanto antes para combinar pases y armar juego.

Con Nacho en el campo, hubo más opciones, pero el desenlace siguió siendo el mismo. Es más, Central tuvo cada vez más complejo generar situaciones de riesgo, incluso con todo lo mejor en ofensiva. Salvo por un remate de Jonathan Gómez de media distancia y un zurdazo con rosca de Campaz, ambos contenidos por Arce, las llegadas al arco visitante escasearon.

Para rescatar, como sucede habitualmente, la labor de Carlos Quintana, sacando todo por arriba y abajo, ganando cada duelo, un león. El zaguero auriazul viene con un rendimiento altísimo, siendo la figura indiscutida en los últimos compromisos, una garantía en el fondo, con mucha personalidad y garra. En un plantel en el que no sobran los caudillos, es una garantía tener un jugador así.

Central se consumió en remates desde afuera, sin dirección, impotente ante sus propias carencias para poder torcer una historia que se le presentó favorable casi desde el comienzo por jugar gran parte del partido con ventaja numérica, pero nunca pudo hacer pesar la diferencia ni encontró los caminos para lastimar. Un cierre gris para una Copa de la Liga olvidable, en la que jamás hizo pie a pesar de tener el envión anímico por haber obtenido la última edición. Pasar página rápido, obligatorio.

Con el plano local clausurado, el enfoque único y principal estará en el máximo certamen continental. El Canalla tendrá tiempo para descansar, reponerse y prepararse de la mejor manera para encarar el choque ante Caracas, el próximo martes en tierras caribeñas. Será fundamental para sus aspiraciones en el grupo traerse puntos, de ser posible tres, ante el contrincante más débil de la zona. Para ello, deberá elevar mucho la producción colectiva y los rendimientos individuales respecto de esta noche.