Por Santiago Fraga

El empate, finalmente, es el resultado que mejor le calza a esta nueva edición del clásico rosarino, que tuvo un trámite cambiante y finalizó con un 1 a 1 entre Newell’s Old Boys y Rosario Central.

Pese a que las chances más claras del partido las tuvo el Canalla, la Lepra también contó con sus momentos de dominio y sus buenas ocasiones, dejando finalmente la sensación de que con algunas variantes distintas podía haber logrado un poco más.

A lo largo del primer cuarto de partido, el equipo que más propuso dentro de un contexto parejo fue Newell’s, gracias a la intensidad y a la presión alta que planteó Fernando Gamboa, con la que notoriamente incomodó al equipo visitante en ese comienzo, forzando varios errores de la zaga central y del lateral izquierdo Lautaro Blanco. Sin embargo, pese a tener varios acercamientos, nunca logró aprovechar esas fallas y, a diferencia de su rival, le resultó muy difícil poder crear peligro mediante jugadas elaboradas, dependiendo siempre de alguna maniobra individual para definir un contragolpe.

Forzando que el juego sea en campo rival, al mismo tiempo la Lepra disimulaba también las falencias del lado propio, que en el primer tiempo se concentraron especialmente en la parte izquierda de la zaga, con una muy floja labor de Franco Negri en la marca que terminó propiciando las jugadas más claras que tuvo Central en los mejores momentos de Newell’s en el primer tiempo.

El encuentro de hoy no fue la excepción a lo que el equipo rojinegro mostró a lo largo de estas primeras fechas con el ‘Negro’ como DT, y al cruzar la barrera de los 20 minutos comenzó a decaer en intensidad y poderío. Ese cese obligado en la presión generó que los del ‘Kily’ tuvieran más la pelota y empezaran a poder enfocarse en encontrar los espacios que dejaba la defensa leprosa en el retroceso. A partir de allí, la balanza se invirtió y fue el Canalla quien empezó a tener jugadas cada vez más claras, obligando a la reacción del arquero Alan Aguerre.

Dos episodios determinantes en la comentada primera mitad fueron las dolencias físicas de dos jugadores claves en la ofensiva de cada cuadro. Por un lado, desde los primeros el primer minuto de juego sintió una fuerte molestia Emiliano Vecchio, que lo obligó a jugar a media máquina y complicando por momentos el ritmo de ataque auriazul. Por el otro, Jonathan Cristaldo también sufrió una lesión que lo tuvo varias jugadas rengueando, hasta que en una gran acción de esfuerzo individual, donde llegó a quedar mano a mano con el arquero, terminó de lesionarse por completo, siendo reemplazado por Ramiro Sordo a los 27 minutos.

Así también, la temprana amonestación de Juan Sforza, a los 21 de la primera etapa, terminó condicionando al joven mediocampista, que venía teniendo un buen partido pero se vio obligado a levantar el pie, algo que se notó principalmente en el comienzo de la segunda etapa, lo que le terminó valiendo el reemplazo por Mateo Maccari.

Con algunos tintes de lo que había sido el final de la primera parte, el complemento comenzó con la iniciativa totalmente disputada. Cuando parecía que Newell’s era quien intentaba hacer los primeros dibujos, buscando a Nicolás Castro pero sin pisar el acelerador, en Central comenzó a crecer la figura de Lucas Gamba, quien empezó a explotar un espacio clave en la defensa leprosa, generado a raíz del juego muy adelantado de Cristian Lema y un muy mal inicio de segundo tiempo de Gabriel Compagnucci.

En uno de esos avances el Canalla terminó generando un córner, a través del cual abriría el marcador con un buen centro de Vecchio y una falla en la marca del mencionado Compagnucci, que le permitió cabecear a Damián Martínez muy encima del arco.

Newell’s acusó recibo de haber sentido el golpe y tuvo varios minutos de desconcierto, en los que el visitante pudo incluso ampliar la ventaja. No obstante, en ese momento que podría haber sido definitorio en el partido, el joven talento Castro devolvió a la Lepra en el partido, definiendo desde el borde del área tras una buena jugada por derecha de Maximiliano Comba, en colaboración con Pablo Pérez.

Tanto el gol como el crecimiento de la figura de Comba obligaron a retroceder nuevamente al equipo del ‘Kily’ González, emparejando nuevamente el partido y otorgando un respiro de varios minutos a ambos.

De allí al final, y luego de que ambos técnicos realizaran varios cambios, el partido entró en una meseta, en la que Central tuvo dos cabezazos que pudieron haber sido gol y Newell’s tuvo algunas ocasiones, siempre patrocinadas por el ímpetu de Comba.

Es por ello que el extremo ex Gimnasia de La Plata termina siendo el merecedor de los elogios rojinegros junto con el arquero Alan Aguerre: uno por su constante esfuerzo y atropello y el otro por varias salvadas decisivas, como la del primer tiempo con Diego Zabala ejecutando en soledad dentro del área.

Además, la zaga central también se lleva una buena nota, con un Cristian Lema que anuló completamente a Marco Ruben y un Franco Mansilla que tuvo hoy su mejor actuación hasta el momento, mostrando firmeza y cerrando en varias jugadas. No obstante, en varias ocasiones padecieron también la floja marca de los laterales, algo en lo que el rival reparó pronto y comenzó a explotar esos huecos, generando muchos problemas.

Más adelante en la cancha, Nicolás Castro volvió a tener una actuación acorde a sus características. Siendo un jugador muy técnico, se nota que cada partido crece más en confianza, lo cual produce que en una jugada se decida a pisarla entre dos rivales y gane y a la siguiente quiera tirar un pase sin mirar, regalando la pelota. Sin embargo, con esos altibajos, su presencia termina siendo determinante en momentos importantes como los del gol, por lo que la clave no está en esperar 90 minutos de dominio por su parte, sino en rodearlo correctamente (pensando en los dos jugadores de la banda izquierda).

Si hablamos de ese sector de la cancha, empiezan a aparecer algunos de los puntos flojos del partido de Gamboa y de Newell’s, ya que el ingreso de Ramiro Sordo (teniendo a Justo Giani en el banco y habiendo dejado a Juan Garro afuera de la convocatoria) no ayudó demasiado a los objetivos del equipo, como así también el hecho de sostener durante todo el partido a Franco Negri, que tuvo un mal desempeño, teniendo a Mariano Bíttolo entre los suplentes.

De igual manera sufrió Ignacio Scocco, quien cumplió una buena tarea generando problemas en los centrales y pivoteando, pero le costó poder encontrar compañía por fuera de Comba.

Newell’s lo pudo ganar, y también lo pudo perder. Sin dudas, lo que queda para la Lepra es un sinsabor al no haber podido aprovechar una nueva oportunidad de quebrar la racha sin triunfos en clásicos, pero también la mayor reflexión tendrá que ir por el lado de las alternativas con las que cuenta este corto plantel de la Lepra y cómo disponerlas durante el partido.