Por Pablo Martínez 

Argentina sufrió más de la cuenta, no supo liquidarlo y apareció la gigantesca figura de Dibu Martínez para aguantar la victoria. Pero la Scaloneta tiene un valor agregado con Lionel Messi en cancha, que destrabó un partido cerrado y es el eje en la ofensiva Albiceleste.

En la previa, se suponía que el trámite del partido sería parecido al de Polonia, pero nada de eso pasó, porque Australia se paró cerca de la zona media y no le permitió a la selección manejar la bocha con comodidad y por ende, no tenía jugadas de peligro.

Y se lo reclamaba tanto al Diez en esta clase de partidos en otros mundiales, que en éste (que quizás sea su última copa) se hace cargo del equipo en los momentos más difíciles. Cuando el partido venía complicado, el rosarino abrió el marcador con un estupendo remate cruzado, para el triunfo parcial y que el combinado nacional se tranquilizara.

En el complemento, Argentina fue muy superior a los australianos, porque tuvo más espacios y era vertical. Y por decantación llegó el segundo gol, el error en la salida del golero rival, que entre De Paul y Alvarez, aprovecharon para un 2-0 que parecía sentenciar la serie.

Pero este mundial no es sencillo para las potencias, porque parece que hay que convertir la mayor cantidad de goles posibles para no sufrir y Argentina empezó a errar jugadas de gol y el triunfo no estaba asegurado.

Así fue como los australianos atacaron con lo que tenían y tuvo que aparecer Lisandro Martínez para salvar una pelota que tenía destino de red. Entró Lautaro Martínez y todos esperábamos que liquidara la historia, sin embargo erró una y otra vez (no está en su mejor momento y la cuestión anímica le está jugando en contra).

La Albiceleste no lo cerraba, llegó el descuento de Australia y el conjunto nacional sufrió hasta el final. Argentina tiene a Messi pero también posee a un arquero que resuelve, como es el Dibu Martínez, que en la última bola de la noche, tapó una pelota extraordinaria, que selló la clasificación de la Scaloneta a la siguiente instancia de la copa.

Argentina ganó y «sufrió al pedo» (según Messi), como en la fecha inicial no lo supo liquidar y tuvo que aguantar hasta el último minuto, pero de esto se trata el mundial, ganar y seguir, muchas veces jugando bien y otras cómo se pueda, sufrir para disfrutar, pero queda claro que este equipo lucha hasta el final.

Argentina transita su derrotero con buen fútbol por momentos, sufre por otros, pero con una idea clara, preparado para lo que el partido reclame, un triunfo más para seguir soñando, sin exagerar pero a paso firme, en el horizonte asoma Países Bajos, otra final.