El extraordinario y completo jugador de la NBA, Kobe Bryant se convirtió en leyenda justamente hace dos años, cuando el helicóptero en el que iba junto a su hija sufrió un desperfecto técnico y cayó.

El mítico ex jugador de Los Ángeles Lakers había fallecido a los 41 años junto a su hija Gianna, de 13, y otras siete personas, entre ellas algunas compañeras del equipo de la pequeña.

La aeronave debía trasladarlo a un partido de baloncesto de las jóvenes. Las condiciones meteorológicas eran malas. Había tanta niebla que los helicópteros de la policía se habían quedado en tierra.

 

 

El piloto, ignorando la normativa de vuelos con mal tiempo, decidió despegar. A la altura de Calabasas, a unos 50 kilómetros de Los Ángeles, en una zona montañosa y con muy poca visibilidad, el helicóptero se precipitó contra el suelo a gran velocidad después de haber ganado altura para evitar las nubes.

A las 9.45 había perdido la vida «Black Mamba». La noticia llegó rápidamente a todo el mundo. El mundo del deporte estaba de luto.

Al igual que Michael Jordan fue un referente indiscutido para él, Bryant lo fue y lo sigue siendo para muchos jóvenes que tomaron el basquetbol como una forma de vida.

El título conseguido por los Lakers en la burbuja de Disney World ese mismo año 2020 estuvo plagado de referencias al icono de la franquicia. Pero «The Mamba Mentality» traspasó incluso las líneas de la cancha para convertirse en la filosofía de numerosos deportistas de multitud de especialidades.

Su funeral, en el pabellón donde tantas gestas consiguió, fue casi el de un jefe de Estado. Las lágrimas de Vanessa Bryant y de Jordan conmovieron al mundo. «Dios sabe que no podían estar el uno sin el otro en esta Tierra. Tuvo que llevárselos para que estén juntos», dijo la viuda sobre sus dos pérdidas.

«Cuando Kobe murió, una parte de mí también», confesó el mejor jugador de todos los tiempos. Tanto ella como «Air» volvieron a coincidir cuando Kobe fue incluido en Hall of Fame en mayo de 2021.