Rodolfo Galetto es un joven rosarino con síndrome de Asperger que comenzó a practicar boxeo en el gimnasio del Sindicato de Empleados de Comercio hace un año y medio atrás, y su vida cambió completamente. El deporte de los puños, no solo lo mejoró físicamente (adelgazó casi 30 kilos), sino que también, le abrió las puertas a una nueva relación con la sociedad, más fluida y cotidiana.

El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista, que tiene como una de sus características, la falta de sociabilidad y de interacción con otros. Gracias al boxeo, Rodolfo consiguió superarse a sí mismo, y encontró en la disciplina deportiva y en el gimnasio, su lugar en el mundo.

Conclusión dialogó con su mamá Roxana, el entrenador Marcelo Botta y con el protagonista de esta historia, que superó las expectativas de todos, hasta del médico que lo atiende. Más de una vez, durante la entrevista, Rodolfo repitió: «El gimnasio es mi casa», expresando su afecto, al lugar que lo ayuda a diario.

Roxana contó sus sensaciones y los logros que consiguió su hijo: «Él estaba buscando una actividad, probó en otros gimnasios, pero llegó al de AEC, y lo trataron muy bien, lo contuvieron, él se siente en familia, con muchos amigos. Hizo un cambio profundo, no sólo en lo físico, también espiritualmente, mentalmente, y eso fue muy bueno para todo la familia, y nosotros estamos muy felices».

«Lo que logró acá, es la parte social, es conocer buenos amigos, y acá encontró la contención, en un deporte donde se necesitan cumplir pautas, y ayuda mucho, y el profe Botta hizo mucho. Lo importante fue el ambiento que se logró, los compañeros que son maravillosos, el profe que lo ayudó y el esfuerzo que el puso», afirmó con orgullo de mamá.

Sobre el tema, el entrenador de boxeo, Marcelo Botta, afirmó: «Para mí es un honor y un gran placer ayudar a Rodolfo. Él es un ejemplo de entrenamiento, se integró muy bien al grupo, resultó que nos hicimos amigos, formamos una linda amistad».

«Dentro de nuestras posibilidades todo lo que pueda aportar, bienvenido sea. He entrenado a chicos con síndrome down por ejemplo, y siempre es un lindo desafío. Pero más allá de todo, para mí Rodolfo es como un hijo», y Botta cerró la charla, con un abrazo al pibe que se ganó el afecto de todo en el gimnasio mercantil.

Rodolfo Galetto es un ejemplo de superación, se fue abriendo camino en la vida, y con la amistad, el deporte y el cariño de todos su mundo cambió.