Por Santiago Fraga y Pablo Bloise
Para cualquier hincha de Newell’s o Central, hablar de un “clásico” es mucho más que hablar de un simple partido de fútbol. En una ciudad fanatizada y futbolera como Rosario, el choque que enfrenta cada semestre a los dos equipos más grandes de la ciudad se palpita mucho más que un solo día y se transforma en una jornada única y especial.
Pero la pasión que despiertan el Rojinegro y el Canalla atraviesa fronteras, y el derby rosarino se siente mucho más allá de los límites de la República Argentina. Conclusión dialogó en la semana previa al clásico con hinchas canallas y leprosos que residen a miles de kilómetros de distancia, pero que este domingo sufrirán los 90 minutos como si estuvieran acá.
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