Por Santiago Fraga

Para cualquier hincha de Newell’s o Central, hablar de un “clásico” es mucho más que hablar de un simple partido de fútbol. En una ciudad fanatizada y futbolera como Rosario, el choque que enfrenta cada semestre a los dos equipos más grandes de la ciudad se palpita mucho más que un solo día y se transforma en una jornada única y especial.

Pero la pasión que despiertan el Rojinegro y el Canalla atraviesa fronteras, y el derby rosarino se siente mucho más allá de los límites de la República Argentina.

La fiebre leprosa supo expanderse por todo el mundo, y Conclusión habló con las filiales de Newell’s de Bogotá (Colombia), Málaga, Barcelona, Madrid (España) y Jerusalén (Israel), para saber a fondo cómo es ser leproso en esas tierras y cómo vivirán el clásico este domingo.

Es pelear con el sueño por los partidos de madrugada, es explicar a todo el mundo las locuras que hacemos por ver a la Lepra”

MADRID

En Madrid, la capital de España, a metros del estadio Santiago Bernabéu donde a la misma hora se estará disputando el Real Madrid – Sevilla, el bar Panenka tiene reservado un salón con capacidad para 50 personas, con pantalla gigante, únicamente para hinchas de Newell’s.

La Filial leprosa de la ‘Villa y Corte’ está activa desde el 2001, y desde ese entonces varió muchísimo la cantidad de miembros. Cuando Newell’s consiguió el campeonato en 2004, 130 personas se juntaron a ver el choque decisivo con Independiente.

“Ahora también tenemos muchos hinchas españoles que vienen a ver los partidos con nosotros y se han hecho leprosos de ley”, aseguró a Conclusión Maximiliano Raigal, presidente de la filial madrileña de Newell’s Old Boys..

En Facebook (Filial Madrid de Newell’s Old Boys) suman 8.500 seguidores. La filial es oficial y todos son socios del club, pero para ellos la Lepra es mucho más que sólo una institución: “La filial es nuestra familia. Los que hemos emigrado no tenemos ya a nuestros padres, ni a nuestros hermanos, ni a nuestros amigos de toda la vida cerca, y gracias a la filial hemos formado vínculos de amistad más fuertes de lo que cabría imaginar. Eso es algo que nos ha dado Newell’s”.

Para Maximiliano, ser hincha leproso en la capital se vive “con muchísimo orgullo”, y asegura que gracias a Lionel Messi, al Tata Martino y al campeonato del 2013 hoy “sin lugar a dudas la camiseta de Newell’s Old Boys se reconoce a la altura de las de River y Boca”.

Si ya de por sí para un hincha en Rosario el partido implica un enorme sufrimiento durante los 90 minutos, a 10.000 kilómetros de distancia se sufre muchísimo más. “Recuerdo en los primeros años del 2000 escuchar los clásicos a través de un teléfono con altavoz que reproducía la radio que estaba al otro lado del océano junto a otro teléfono. Una locura, nunca he sufrido tanto, relató Maximiliano.
Y es que hoy, estando en Madrid, Brasil, Rusia o Zimbabwe, gracias al Internet se puede conseguir ver el partido en vivo y en alta definición, pero no hace mucho tiempo resultaba toda una odisea poder enterarse del resultado, y eso es algo que a todos los leprosos en el exterior les ha tocado sufrir.

No nos quedamos sólo con ser hinchas y seguir el resultado. Hacemos un poco más. Algo así como peregrinar la Lepra por tierra santa”

MÁLAGA

En Fuengirola, una localidad de casi 80.000 habitantes a 27 kilómetros de Málaga, también han sabido sufrir los clásicos a través de las llamadas telefónicas hacia Argentina desde un locutorio. Ricardo, secretario de la Filial Málaga de Newell’s, contó a Conclusión algunos de esos momentos particulares, como por ejemplo en el duelo ante Independiente en el 2004: “Lo estaba escuchando en un locutorio. Al primer tiempo salí a caminar de los nervios y me encontré en la calle uno con camiseta de Newell’s que estaba viéndolo por TV. Me presenté y resultó que era Oscar Acosta, aquel 10 de Ferro, River y la Selección”. Al tiempo comenzó a seguirlo a través del minuto a minuto por Internet, y luego a escuchar las transmisiones radiales por la web.

La filial de Fuengirola, creada en mayo de 2004, es quizás una de las que más trascendencia ha tenido en los últimos tiempos. El 3 de noviembre de 2009 fundaron su propio club, que nació bajo la premisa de ser un proyecto de inclusión y formación para los más chicos y creció y compitió hasta 2014, momento en el cual las deudas se hicieron insostenibles y la falta de apoyo de la dirigencia rosarina volvió insalvable la situación. Sin dudas dejaron un precedente en la localidad, como bien lo muestra una publicación de Beatriz Anillo Rivas.

Tal fue el legado del club que un padre, que estaba por mandar a su hijo de 16 años a un colegio pupilo al no lograr mejorar su comportamiento, al ver el cambio radical que le había producido entrenarse en el club compró la ropa para los 22 jugadores leprosos en modo de agradecimiento. Unos 1.200 euros más iva.

De igual manera, las ambiciones no quedaron sólo allí. Manolo y Pablo, otros dos miembros de la filial, llegaron incluso a ponerse una pizzería llamada “Newell’s Bar”, que sirvió de punto de encuentro leproso durante tres años.

Sobre el clásico, Ricardo, de 58 años, asegura que “afuera siempre se sufre”, y que el único lugar donde se está bien es “en la cancha”. En ciertos años, el punto de reunión de la filial era una pizzería “de un viejo lepra” en Marbella, que tenía Canal 7. Ese hombre falleció el mes pasado, y en el velorio se lo mostró con la camiseta puesta y se lo llevó al crematorio con la bandera más grande de la filial envolviendo el feretro.

Otra particularidad que sufren los hinchas de Newell’s en el exterior tiene que ver con el apodo del club. Bien se sabe que la lepra es, además, una enfermedad, y para alguien que no es un entendido de los sobrenombres futboleros el decirle “Soy leproso” le podría generar alguna que otra confusión.

En el 2004, luego del campeonato, Marcelo de la filial colgó en su balcón una bandera rojinegra con la leyenda «Málaga tiene lepra». La policía local fue a la casa para preguntar qué problema había. Se le contó la historia y entendieron”, relató Ricardo la graciosa anécdota.

Recuerdo en los primeros años del 2000 escuchar los clásicos a través de un teléfono con altavoz que reproducía la radio que estaba al otro lado del océano junto a otro teléfono. Una locura, nunca he sufrido tanto”

BARCELONA

Algo similar ocurrió a 800 kilómetros de allí, más precisamente en Barcelona, capital de Cataluña. Matías Bustos Galimany, integrante de la filial, contó que en un entrenamiento del club blaugrana colgaron una bandera que rezaba “Messi: la Lepra te banca y te espera”, lo que inevitablemente llevó a la pregunta de más de un curioso confundido.

Unas 45 personas de Filial Barcelona de Newell’s Old Boys verán el partido en un bar a través de Internet, cuando el reloj marquen las 20 horas en España.

La filial fue oficializada el 7 de octubre del 2007, pero contando con reuniones para ver los partidos y beber cervezas ya desde 2003. En el caso de Matías, se encontraba viviendo en Mallorca cuando a fines de 2008 decidió probar suerte en Barcelona. En su llegada a la ciudad lo primero que hizo fue googlear algo relacionado a Newell’s. Así conoció a la filial, y desde allí no se pudo despegar.

En la otra vereda, una de las filiales que Rosario Central tiene en el mundo es en Catalunya, por lo que a diferencia de otras ciudades, en Barcelona hay una mayor cercanía rival. Sin embargo, la violencia no existe, y eso es algo que Matías deja claro: “Acá no pasa nada, a la distancia es una estupidez pelearse. También en la cercanía, pero acá no tenés ese rose constante que tal vez allá a veces lleva a la violencia”.

Al ser consultado por cómo es ser un hincha de Newell’s viviendo en Barcelona, lugar donde es idolatrado quizás uno de los hinchas más famosos de la historia (Lionel Messi), Matías responde con emoción y orgullo: “Una vez un amigo me dijo que parezco un testigo de Jehová porque voy todo el día con algo de Newell’s y por supuesto hablando de Newell’s. Es pelear con el sueño por los partidos de madrugada, es explicar a todo el mundo las locuras que hacemos por ver a la Lepra, es explicar el porqué de “Leprosos”, y también es lindo porque vivimos en la ciudad donde aman a un leproso como Messi y cuando caminas por la calle te dicen “¡Mirá, Newell’s!”.

Gente que era hincha de equipos locales como Millonarios o Santa Fe poco a poco han ido generaron un amor hacia Newell’s. Hay gente que ya tiene tatuajes”

JERUSALÉN

“Peregrinar la Lepra por la tierra santa”. En una cultura diferente, en hebreo Newell’s se escribe ניואלס y es precisamente en Israel donde se encuentra una de las filiales leprosas activas más antiguas de Europa. Cinco años después de la final con Boca, el 9 de julio de 1996, nació a 12.350 kilómetros de distancia de Rosario la Filial “Cucurucho Santamaría” de Newell’s Old Boys. También es una de las más grandes, ya que reúne a “unos cuantos cientos” de personas entre israelíes y descendientes.

La diferencia horaria entre ambos países (6 horas más en Israel) vuelve aún más complicado poder seguir los partidos normalmente. Gustavo Litmanovich, miembro fundador de la filial, contó que en el pasado se realizaban “llamadas telefónicas de 30 segundos para que un amigo diga cómo salió el partido”, o por ejemplo, un amigo fanático leproso mientras era estudiante se subía al techo de uno de los edificios de la Universidad de Jerusalem en medio de la noche, haciendo 0 grados de temperatura y con una radio de onda corta. “Hasta el dia de hoy hay gente traumada por los gritos de gol que los despertaba en el medio de la noche jerosolimitana”, agregó.

Hoy en día con Internet, Youtube, la radio y la televisión es más fácil, pero el horario (el partido con Independiente fue a las 2 de la mañana israelí) aún complica las cosas. “Existen casos graciosos en que mi mujer se despierta y me ve mirando el teléfono de reojo. Lo primero que piensa es que me estoy escribiendo con una mina, hasta que ve que estoy con mi otro amor, Newell’s”, contó Gustavo.

En Jerusalén también se encuentran canallas, y junto a los leprosos organizan un clásico para mayo o junio, donde más allá de lo futbolístico lo importante es la reunión.

Finalmente, desde la filial de la capital israelí no se quedan con el simple hecho de ser hincha y seguir los partidos, sino que ellos también hacen “un poco más”. “Algo así como peregrinar la Lepra por tierra santa”. Cada vez que aparece en algún lugar del mundo un jugador o DT ligado a Newell’s, enseguida le cuentan a sus
amigos. También utilizan a algún amigo en el canal de deportes local para pasar datos interesantes de Newell’s en hebreo en el noticiero, y finalmente conservan una tradición de recibir a cada leproso que pisa Israel con su equipo (algunos de los recibidos fueron el propio Bielsa, Martino, Messi, Pautasso, Paolorosso, Icardi, Banega, Ansaldi, Samuel, Scoponi, Sensini y Balbo, entre otros).

Los que hemos emigrado no tenemos ya a nuestras familias ni a nuestros amigos de toda la vida cerca, y gracias a la filial hemos formado vínculos de amistad más fuertes de lo que cabría imaginar. Eso es algo que nos ha dado Newell’s”.

BOGOTÁ

Si de trabajo hablamos, lo que realiza la Filial Bogotá de Newell’s también resulta ejemplar. Un grupo de colombianos, alentados por Leo Messi y la pasión que genera Newell’s, decidieron hace un año y medio crear la filial en su país y enfocarse principalmente en el fútbol. Así como el Newell’s de Fuengirola, en Bogotá hoy existe el Newell’s Old Boys Fútbol Club, que actualmente compite en la Liga de Fútbol de Bogotá (donde compiten 2.000 equipos) y en Los Nacionales (la división de fútbol aficionado organizada por la Federación Colombiana de Fútbol).

Camilo Aldana, representante de la filial, contó a Conclusión que desde allí le hacen mucha fuerza al club, y que poco a poco lo han dado a conocer mucho en Bogotá, por lo que la gente le agarró un cariño muy especial al rojinegro.

“Es un plan especial, muy chevere, es un espacio de unión, de esparcimiento, donde todos como familia nos integramos y compartimos un rato en base a algo muy grande que es este sentimiento por Newell’s. Personalmente se ha generado que gente que era hincha de equipos locales como Millonarios o Santa Fe poco a poco han ido generaron un amor hacia Newell’s. Hay gente que ya tiene tatuajes de Newell’s gracias a todo lo que hemos hecho y a ese amor que le hemos transmitido a los papás de los muchachos que entrenan con nosotros”, contó Cristian.

En total, el club está integrado por entre 130 y 140 personas. “Además de esas personas están sus familias, el papá, la mamá, los hermanos, y adicional a eso también están los amigos, las personas contra las que competimos. Todo eso es lo que ha hecho que Newell’s sea mucho más conocido acá. Uno en Colombia antes sólo oía de Boca o de River, por ahí Independiente, pero clubes como Racing, Newell’s o Estudiantes no eran de mucha recordación. Eso hoy ha cambiado gracias al trabajo que hemos hecho nosotros y el excelente trabajo de la plantilla allá”, relató Aldana.

En Colombia, el clásico este domingo se jugará a las 13 hora local. Los miembros de la comisión directiva se encargan de buscar un departamento donde todos se puedan reunir y verlo. Uno de sus sueños es poder ver un clásico en el Coloso, y la intención del club es poder visitar Argentina junto con un grupo de jugadores de la institución el próximo año.