Federico Grabich y Santiago Grassi, los dos mejores nadadores masculinos de la actualidad nacional, no pudieron avanzar a semifinales en sus últimas competencias en el Mundial de Budapest, Hungría, que de esta manera se quedó sin representantes albicelestes.

Después de colgarse el bronce en los 100 metros libre y de alcanzar las semifinales en los 200 en el último Mundial de Kazán en 2015, el rosarino Grabich se despidió rápido en este 2017, porque no pudo acceder a ninguna semifinal. A principio de esta semana, el oriundo de la localidad santafesina de Casilda había quedado eliminado en la clasificatoria de 200 metros y 100 metros libres, su mejor prueba.

Este viernes también quedó eliminado en los 50 metros, luego de marcar un tiempo de 22 segundos y 68 centésimas, que lo dejó en el puesto 34, a 40 centésimas del húngaro Takacs, que consiguió el último billete para las semifinales.

“Nadé bien, traté de no desesperarme en la frecuencia. Esta marca es lógica respecto del torneo que vengo haciendo. No podía pretender hacer menos que mi registro. Todas las carreras tienen una relación», afirmó Grabich en diálogo con La Nación.

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