El piloto del helicóptero que se estrelló en enero pasado, hecho que provocó la muerte del ex jugador estrella de Los Angeles Lakers Kobe Bryant y otras siete personas, no había consumido alcohol ni drogas según determinó la autopsia.

La Oficina Forense de Los Ángeles dio a conocer durante la jornada de ayer las autopsias de los nueve ocupantes de la nave accidentada y que perdieron la vida en forma instantánea, por las heridas que recibieron a causa del fuerte impacto.

Los datos revelaron también que el piloto que tripulaba el helicóptero, Ara Zobayan, no tenía alcohol ni drogas en su cuerpo.

En tanto que Kobe tenía en su sistema metilfenidato en el momento en que perdió la vida, medicamento que se vende bajo la marca Ritalin y que sirve para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y la narcolepsia.

En el texto, además, se describió que las víctimas tuvieron huesos rotos, partes del cuerpo desmembradas y un hedor de combustible en lo que quedaba de la ropa que se quemó debido al trauma profundo que sufrieron con el choque.

Bryant se dirigía al torneo de su hija Gianna de 13 años en su Mamba Sports Academy, en Thousand Oaks, la mañana del 26 de enero. Si bien las autoridades federales siguen investigando las causas que pudieron haber provocado el accidente, se sabe que el helicóptero voló en medio de una espesa neblina, por lo que el piloto hizo un ascenso tratando de superar las nubes, y dio un giro a la izquierda, impactando contra una ladera.

En la misma aeronave viajaban el entrenador de béisbol de Orange Coast College, John Altobelli, su esposa, Keri, y su hija Alyssa; Christina Mauser, quien ayudó a Bryant a entrenar al equipo de baloncesto de su hija; y Sarah Chester y su hija Payton. Alyssa y Payton eran compañeras de equipo de Gianna, la hija de Kobe.