Newell’s Old Boys venció 1 a 0 a Central Córdoba de Santiago del Estero, con un gol agónico del juvenil Chiaverano.

En un encuentro con pocas llegadas en general, La Lepra sacó provecho de una última jugada, donde combinó inteligencia y resto físico, pese al calor agobiante de Santiago del Estero.  

Al equipo de Larriera le costó tener fluidez en el juego, dispuso de la posesión, pero careció de la claridad necesaria para resolver en los metros finales con lucidez. Banega fue el eje en la creación, lo consiguió a cuenta gotas, tendrá que readaptarse al fútbol argentino. Abajo, algunas dudas en defensa con la pelota al pie.

El primer tiempo cerró con un 0 que los premiaba a ambos. Aunque se debe mencionar una jugada donde el equipo del Parque Independencia, al ser anulado erróneamente un gol de Aguirre por supuesta falta en ataque, inexistente, En el complemento, el desarrollo siguió igual, Newell’s parecía que tenía más la iniciativa, ante un adversario muy limitado, pero la finalzación le costaba horrores, algo que arrastra desde el ciclo de Heinze. 

Aun así, siempre se vio que, de haber un ganador, iba a ser La Lepra, por insistencia, a pesar de las dificultades en la elaboración. Entró el goleador uruguayo Ramírez para tener mayor peso en el área, también el ingreso de los chicos Jaime y Chiaverano para lograr profundidad por las bandas.

Ese empuje tuvo el premio en el final del encuentro, donde un desborde por izquierda encontró la aparición por el sector opuesto de Chiaverano, que solo tuvo que acomodar su pie derecho para vencer la resistencia del arquero rival para desatar el festejo leproso.

 

No hubo tiempo para más. Triunfazo leproso, por como se dio el encuentro, en el arranque de una Copa de la Liga que se presta para proagonizarla. Siempre es importante arrancar ganando al comienzo, brinda mayor confianza y optimismo en en la semana. Esto recién comienza, pero bienvenidos sean los tres puntos.