Por Pablo Bloise, enviado especial a Córdoba

Tanto sus jugadores como Coudet intentaron poner paños fríos a la situación. Amén de todo eso, el trasfondo esconde una imperiosa necesidad: la de irse del Mario Alberto Kempes con la clasificación abrochada y pensando en las semifinales de la Copa Argentina.

En un ciclo donde prácticamente no había errores y donde Central merodeaba en todos los diarios y programas deportivos con el mote de “el mejor del fútbol argentino”, un puñado de resultados adversos hicieron tambalear la estructura en la que tanto esfuerzo había puesto Coudet.

Por eso, la continuidad del DT está en juego. Gane o pierda esta noche, si decide irse o quedarse, corre por cuenta de él. Lo cierto es que siempre puso cierto énfasis en que llegó a Central para pelear cosas, y de no lograr la clasificación esta noche, difícilmente pueda aspirar a algo, debido justamente a las derrotas que fue acumulando en este inicio.

La apuesta futbolística es la misma. Él se encarga de repetirlo en cada conferencia de prensa: “Como entrenador tengo la obligación de respetar mi idea”.  ¿Influirá lo anímico, luego de tantos resultados negativos? Es muy probable que sí. ¿Se puede arreglar? Claro que sí, pero la última salida parece ser la de esta noche.

El Chacho tiene la chance de pisar fuerte en Córdoba y levantar el ánimo de los suyos. En este estadio, hace un casi un año, el DT canalla se fue masticando bronca luego del polémico desarrollo de la final de la edición anterior. Hoy, puede revertir la situación y aspirar a conseguir su primer título como entrenador.